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Fe y tradición en la romería de O Corpiño

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

rober amado

El santuario lalinense cifró en diez mil los asistentes de ayer, la mitad estuvieron en la coronación

25 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Miles de romeros llegados de todos los puntos de la geografía gallega y de fuera de ella se dieron ayer cita de nuevo en el santuario lalinense de O Corpiño. Como cada 24 de junio, los vecinos vestidos con chalecos reflectantes recibían a los visitantes invitándolos a entrar en numerosas leiras convertidas en aparcamiento de pago. Desde primera hora de la mañana, la calle que da acceso al santuario desde la carretera era una riada de gente que encaminaba sus pasos hacia el templo.

Pero la de ayer no era una romería cualquiera. Era el día de la coronación pontificia de la imagen de la Virxe do Corpiño y del cierre de un Año Mariano de intensa actividad. Era también el último día en que los devotos podían ganar el Jubileo, antes de que a las 18.00 horas se cerrase la Puerta Santa. La organización cifró en torno a cinco mil las personas que asistieron a la misa de coronación y en diez mil los que acudieron a lo largo de toda la jornada al santuario.

Devoción en estado puro en los ojos de muchos romeros que abrazaban exvotos de cera y apretaban la estampa de la Virgen contra el pecho después de pasarla por la imagen. Los cofrades de la Virgen do Corpiño vivieron la jornada de ayer con especial emoción. 56, vestidos de negro, con corbatas ellos y pañuelos ellas, verdes ambos y guantes blancos en las manos de algunos. Entre ellos, Justo López Mato, nacido en O Corpiño y residente en Francia que ayer destacaba la especial alegría que sentía en ese día. Le acompañaba su hija, que solo habla francés, y nos miraba mientras su padre contaba que lleva «unhos 30 ou 40 anos vindo todos os anos» y espera que «os fillos sigan a nosa tradición» mientras recordaba que ya con su hermano de pequeño tocaban las campanas.

La misma tradición que siguen muchas familias como la de Manolo Grela que nos contaba que sus hijos habían salido a las 00.40 de Lavacolla y habían hecho a pie el recorrido. Algo que venía haciendo también él cada año «aínda que agora xa non podo».

La romería de la Virxe do Corpiño unió, un año más, fe y tradición. Muchos apuntaban que le trasladaron sus peticiones mientras que otros señalaban que habían acudido a dar las gracias. De ahí que entre los que llenaban el recinto abundasen las preguntas de los que buscaban dónde pagar misas o dónde depositar sus limosnas. En la tienda de recuerdos se sumaban las peticiones de estampas, libros del santuario, velas conmemorativas y todo tipo de recuerdos. Una réplica de la Virgen, de dos metros, recibía las últimas flores de los fieles.

Cerca del mediodía y bajo un sol de justicia, la imagen de la Virgen abandonó el templo bajo un mar de pétalos de rosas tirados desde el alto del campanario y precedida por las coronas de la Virgen y el Niño realizadas por un orfebre sevillano de la cofradía de La Macarena que ayer se colocaron en las imágenes sustituyendo a las antiguas. Las coronas fueron hechas con el metal de donaciones hechas a la Virgen en estos años por los devotos.

La procesión continuó hasta la explanada, donde a sol y sombra se celebró la misa. Se colocaron más de mil sillas y una pantalla gigante en la que se proyectaba la eucaristía. El obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, fue el encargado de llevar a cabo la coronación de las imágenes en una misa cantada por las corales de Trasdeza, la del Corpiño y la coral Polifónica del Casino de O Carballiño, cuya solista Emilia Pérez López, interpretó un sentido Ave María que arrancó más de una lágrima emocionada. Las corales estuvieron acompañadas por la Banda de Vilatuxe. La misa en la carballeira contó además con la presencia del Arzobispo de Santiago y los obispos de Tui, Mondoñedo y Ourense, junto con numerosos sacerdotes, empezando por el rector del santuario, José Criado, y seminaristas. En la fila reservada a las autoridades se encontraban el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, los alcaldes de Lalín y Silleda, el senador José Crespo y ediles de CxL, PP y el concejal no adscrito. Tras la coronación se celebró una procesión acompañada Xirandola de A Bandeira.

El dispositivo de seguridad lo integraron unos 20 efectivos de la Guardia Civil, de paisano unos y de uniforme otros, junto con un nutrido grupo de agentes de la Policía Local y Protección Civil junto con cofrades y personal de protocolo se encargaron de que la jornada discurriera con normalidad. Las ambulancias desplazadas a la zona atendieron a alrededor de una decena de romeros que sufrieron lipotimias y bajadas de tensión a causa del calor.

Por la tarde, tras las misas de las 17.00 y las 18.00 horas se cerró de nuevo la Puerta Santa. Hoy se transmitirá a través del canal de Youtube del santuario un vídeo de más de cuatro horas con los actos celebrados ayer.