Analizar la primera vuelta del Estudiantil resulta cuando menos complicado, por el giro de última hora tras acordar la directiva seguir en Preferente en lugar de bajar a Tercera Autonómica. La plantilla se confeccionó con prisa y con jóvenes promesas con vistas a un futuro ahora entre nubarrones tras la última resolución judicial. Como incidía ayer el propio entrenador, «sabíamos que iba a ser una temporada complicada, sobre todo al principio y se ha cumplido, pero espero que los últimos fichajes nos permitan dar una mejor imagen y que compitamos mejor ante cualquier equipo».
José Vinseiro achacó a la bisoñez en la categoría y la escasez de efectivos por lesiones o sanciones los malos resultados. Marchan colistas con una única victoria y un empate, frente a diecisiete derrotas, con 71 goles encajadas y 19 convertidos. Pero son solo estadísticas sin mayor trascendencia porque el objetivo, insistió el técnico, es «dar minutos a los jóvenes y que se sigan formando, hay buenos mimbres y pueden progresar mucho para en el futuro dar un gran rendimiento sea en la categoría que sea». Corregir los errores defensivos sigue como asignatura pendiente, que les volvía a penalizar este domingo ante el Arzúa.