Lara Rodríguez recuerda que hay un convenio en vigor con Viravolta hasta el 2024
16 may 2019 . Actualizado a las 09:57 h.La decisión de Viravolta de cerrar el Museo Galego da Marioneta abierto desde el 2014 en el Pazo de Liñares causó múltiples reacciones, lamentándose desde el mundo cultural y social dezano por la pérdida de este referente, mientras cundía la sorpresa en el Concello. Al gobierno local le pilló por sorpresa el anuncio. La valoración de lo ocurrido llegó desde la concejalía de Cultura, lamentando Lara Rodríguez la medida aunque mostró su «máxima confianza» en revertirla. En especial porque desde Viravolta atribuyen ese cierre a su cansancio para dar marco legal a la colección. A este respecto, Rodríguez resaltó que trabajaron durante todo el mandato para dar entidad jurídica al museo, «que a día de hoxe é o principal problema para afianzar e potenciar un proxecto único para o noso municipio e o conxunto de Galicia».
La edila de Cultura recordó además que la medida unilateral de Viravolta choca con el convenio suscrito con el Concello para el funcionamiento del museo y que tiene vigencia hasta el 2024. Hasta esa fecha al menos debería mantenerse la exposición de títeres en Liñares, afirmó Rodríguez. Dijo que «xa están sentadas todas as bases para dotar de entidade xurídica ao Museo Galego da Marioneta e inscribilo no Sistema Galego de Museos (Muga), un requisito legal que garantirá a viabilidade do proxecto e que, entre outras cousas, lle permitiría acceder ás axudas públicas para ter plena autonomía».
Lara Rodríguez tiró de datos para argumentar la preocupación del gobierno local por el museo. Así, citó los 3.000 euros del 2016 para el anteproyecto museológico de Liñares, paso previo a los planes museológico y museográfico para los títeres que permitirían ir dotando de entidad jurídica a esa colección. Recalcó que hay cerca de 50.000 euros con cargo al Plan Concellos de la Diputación apra esas dos iniciativas y seguir cumpliendo así los compromisos rubricados por Concello y Viravolta en el 2014.
En ese cronograma citó la catalogación de piezas el pasado agosto, con 9.000 euros de coste. Además, Rodríguez recordó que hay fondos aprobados de la Diputación para la exposición permanente de las marionetas, con 90.000 euros, y 20.000 más para comprar piezas. Son requisitos, apuntó, para presentar los planes museológico y museográfico ante la Xunta y dar entidad legal.
Todas estas gestiones ya fueron trasladadas a Viravolta en varias reuniones, explicó Rodríguez, con el objetivo de convocar un concurso público para la gestión del museo. Para ello se necesita aprobar una modificación de crédito, calculada en unos 35.000 euros, «que temos intención de activar de maneira inmediata; en canto sexa posible administrativamente irá ao primeiro pleno que sexa posible despois das eleccións municipais».
Cuíña y Vilariño esperan que se revierta la situación
Tanto el alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, como el concejal de Turismo, Francisco Vilariño, también se pronunciaron ayer para expresar su confianza en que se revierta la decisión inicial de Viravolta. En declaraciones en Radio Voz, el regidor desgranó los datos económicos y desembolsos municipales realizaron en torno a la colección para darle entidad jurídica, así como su convencimiento de que no se refrendará el cierre. En esa línea también incidió Vilariño, recordando que se trata de un museo pionero en Galicia y que además es uno de los grandes atractivos turísticos de Lalín.
Crespo aboga por mantener esta oferta cultural e incluso ampliar la colección
Desde la oposición no se desaprovechó el anuncio de Viravolta para cuestionar al gobierno por su gestión en este tema, aludiendo a otras cuestiones como los problemas del Conservatorio o el cierre de la UNED. «Neste últimos catro anos queda claro que sobraron cartos para chilindradas, pero non para as cousas importantes e, neste caso, está demostrado que non foron capaces de xestionar o apoio que necesitaba Viravolta para continuar adiante cun proxecto singular e pioneiro en Galicia», apuntó el portavoz del PP y candidato a la alcaldía, José Crespo.
«O colmo é que o goberno atopou cartos para facer un estudo museolóxico e museográfico que tentou entregar a unha afín en primeira instancia e que rexeitou cando foron collidos coas mans na masa», resaltó Crespo, añadiendo que «non foi capaz de atopar uha solución económica para darlle continuidade ao museo». Confía en que la decisión sea revocable y aguarda abordar a partir del día 26 «non só evitar o peche, senón tamén potenciar esta colección», que tildó de única, incidiendo en que negociaría con los responsables de Viravolta para convertir el museo «nun polo de atracción de fluxos turísticos que contribúa a incrementar o número de visitantes a Lalín».
Crespo consideró que el mandato para el Pazo de Liñares se resume «nun par de salas abertas con escaso interese para o visitante por como foron plantexadas; a posta en marcha pola Deputación dunha taxa para cobrar aos usuarios; a redución das prestacións que se pretendían para o Centro Arqueolóxico e a desaparición do Museo do Títere».