Sanmartín asume la presidencia de Río Ulla para tratar de reflotar la sociedad
DEZA
Su primera medida será revisar el estado de cuentas y planificar un cambio de rumbo
15 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La Sociedad Deportiva de Caza y Pesca Río Ulla culminó ayer el proceso de renovación de la directiva con un acto formal de traspaso de poderes en el que el presidente saliente, Miguel de la Calle, le entregó el testigo al nuevo, Manuel Sanmartín Rivadulla. Sanmartín encabezaba la única candidatura presentada en el proceso electoral abierto para buscar un relevo en la directiva.
Del nuevo equipo, encabezado por Sanmartín, forman parte también José Manuel Riveiro Iglesias como vicepresidente, Manuel Durán Serantes como secretario, Marcos Sánchez Vicente como tesorero y Manuel Puente Fuentes y Manuel Bodaño Lorenzo como vocales.
Según explica el nuevo presidente de la sociedad, el primer paso a dar será la revisión de todas las cuentas para analizar «o estado real». El siguiente será convocar una asamblea general para informar en detalle a los socios del estado de la situación «e ver que solucións se poden tomar».
A falta de un análisis más a fondo de la contabilidad, en la última asamblea de Río Ulla se desveló que el ejercicio del 2018 se cerró con un déficit de 10.000 euros tras haberse solicitado un préstamo de 40.000 para poder hacer frente al pago de las mensualidades adeudadas a los trabajadores de la asociación. La sociedad cuenta en este momento con tres trabajadores en plantilla: dos guardias a jornada completa y una administrativa a media jornada.
«O primeiro é ver como están realmente as cousas e falalo cos socios para ver que alternativas hai e que sexan eles os que decidan, pero o que parece claro é que tal e como estamos a sociedade é inviable», comenta Sanmartín.
«Hai que poñer economicamente isto a flote e empezar a facer de xestión para a caza e para a pesca, que é para o que foi creada a asociación», avanza el nuevo presidente.
Sanmartín cree que también habrá que tomar medidas para tratar de recuperar la masa social de la asociación, que ha descendido de forma alarmante, con la consecuente caída de los ingresos que sustentan la sociedad. «Chegamos a ser máis de mil socios e agora debemos andar polos catrocentos», calcula Sanmartín.
Respecto a la propuesta lanzada por el gobierno estradense de firmar un convenio por el que se mejorarían las instalaciones de la playa fluvial de Liñares a cambio de su apertura a todos los estradenses, Sanmartín aseguró ayer que «de momento non temos ningunha proposta formal».
La última palabra, de los socios
No obstante, avanzó que la nueva directiva está dispuesta a dialogar. «Cando nos fagan a proposta a valoraremos e levarémola a asamblea, porque a última palabra téñena os socios», explicó.