
La interrupción de actividad debido al estado de alarma motivó el cese de atención en las estaciones de ITV. La consecuencia es que numerosos vehículos circulan con la revisión caducada, aunque durante el estado de alarma no serán sancionados por ello.
Desde la firma SyC Applus, encargada de las ITV gallegas, estimaban ayer que en la zona de Lalín se registran en torno a 3.000 inspecciones pendientes. El mayor volumen se registra en el área de Vigo, donde serían 22.000 las revisiones pendientes de realizar. Una orden del Ministerio de Industria deberá fijar los plazos para vehículos con ITV caducada y los que tienen pendiente una nueva cita tras una inspección desfavorable.