La tostada de Forcarei triplica ventas

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

cedida

La fábrica de pan tostado Docampo produce dos millones de rebanadas al día y coloca su producto en las principales cadenas de supermercados

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si usted compra un paquete de pan tostado de marca blanca en cualquier cadena de supermercados, lo más probable es que esté consumiendo un producto fabricado en Forcarei.

La firma José Luis Docampo S. L. abrió en el 2014 una planta de producción de pan tostado en el polígono de Vilapouca que desde entonces no ha parado de crecer.

La pandemia le sentó bien al negocio. En los meses de marzo y abril del 2020 el consumo repuntó. Con la población confinada en casa y la recomendación de salir lo menos posible a la compra, muchas familias hicieron acopio de todo. También de pan tostado, que tiene 18 meses de caducidad y es un valor seguro.

Sin embargo, según explica la responsable financiera de la empresa, Covadonga Rodil, el confinamiento no ha sido determinante en la subida de las ventas. El crecimiento de la demanda es estable y responde a un estudiado plan de crecimiento. «La pandemia provocó un aumento puntual del consumo y en marzo y abril hubo un bum de pedidos, pero además coincidió con la entrada de nuevos clientes, nuevas cadenas de supermercados que incrementaron la producción», explica.

En enero del 2016 el conselleiro de Industria, Francisco Conde, visitó las instalaciones de la firma forcaricense para comprobar in situ la apuesta por la tecnología de la que todavía hoy sigue siendo la única fábrica gallega de pan tostado. Entonces, la factoría forcaricense producía 600.000 rebanadas de pan diarias. Cinco años después, la cifra se ha triplicado y de la factoría salen dos millones de tostadas cada día. La fábrica trabaja ahora de lunes a viernes de forma ininterrumpida, con tres turnos consecutivos que cubren las 24 horas. Algunos sábados es preciso implementar un cuarto turno para dar salida a los pedidos, como sucedió muchas veces durante lo más duro de la pandemia.

La firma Docampo pone en el mercado diferentes tipos de pan tostado en formatos variados. Tiene la tostada tradicional, la integral -que es la que más se vende-, la de cereales y semillas y las modalidades sin sal o sin azúcar. En cuanto a los formatos, se ofrecen tres: biscote -plano por arriba-, la tostada convencional y el formato rústico, más redondeado.

La empresa vende pan tostado con su propia marca, Docampo, pero también fabrica tostadas para las marcas blancas de muchos supermercados. De una u otra forma -o de las dos- la marca gallega está presente en casi todas las grandes cadenas de supermercados. Se puede encontrar en Lidl, en Carrefour, Froiz, Vegalsa Eroski, El Corte Inglés o Alcampo, entre otros grandes del sector de la alimentación. Se vende tanto en los centros gallegos como en otras zonas del estado. Este nicho de negocio absorbe una parte muy importante de la producción. Según apuntan desde la empresa, la relación calidad-precio, la receta -«posiblemente la mejor receta del mercado»- y el packaging óptimo les han abierto las puertas de muchas grandes cadenas.

La empresa tiene en la actualidad 62 trabajadores en plantilla y ha cerrado el 2020 con seis millones de facturación. Si todo va bien, el 2021 podría acabar con entre 7 y 7,5 millones de facturación anual.

Según explica Covadonga Rodil, la empresa está ahora cerca de su máxima capacidad de producción, que espera alcanzarse en unos meses. «En tres o cuatro meses esperamos tener implantado el cuarto turno, con lo que la fábrica pasaría a funcionar también los fines de semana. Estamos cerrando la negociación con algunos clientes. Si todo va bien muy pronto estaremos trabajando al 100 % de nuestra capacidad», indica la responsable financiera.

Otra fábrica

La empresa no tiene planes de expansión a corto plazo, pero sí se plantea ampliar las instalaciones en el polígono industrial de Vilapouca en el futuro. «Tenemos terrenos y estamos creciendo, así que no descartamos más a largo plazo construir otra fábrica y hacer otras referencias», comenta Covadonga Rodil.