Portodemouros registra un descenso acusado de su caudal

David Cofán Mazás
DAVID COFÁN LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

Se encuentra al 64 % de su capacidad de 297 hectómetros cúbicos de volumen total, seis puntos por debajo del estado en el que se encontraba hace un año

22 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El embalse de Portodemouros está inmerso en un descenso del nivel de sus aguas habitual en estas fechas. Un proceso común en el ocaso del verano, que este año está siendo más acusado de lo habitual si lo comparamos con los registros de la última década. A tenor del polémico descenso del caudal de otros embalses de la cuencas hidrográficas gallegas, preocupa que el pantano que linda entre Vila de Cruces y Agolada mantenga un ritmo similar.

Por el momento la situación en el embalse no es tan dramática como en el año 2016, cuando una brutal sequía redujo la capacidad de Portodemouros hasta el punto de hacer visible la aldea de Marquesado. En aquel año se registró una capacidad del 29 %. En la actualidad, tras la actualización del pasado miércoles 17, el caudal se encuentra al 64,17 % de un volumen total de 297 hectómetros cúbicos, que en estos momentos se queda en 191. Hace un año el embalse registraba un volumen de 208 hectómetros cúbicos con una capacidad superior al 70 %. Si comparamos las cifras actuales con las de 2019 la diferencia es todavía más acusada, ya que por aquel entonces Portodemouros gozaba de una gran cantidad de agua, rondando los 260 hectómetros cúbicos. En la media de la década, el agua acumulada en el embalse es un 7 % menor.

La preocupante situación en la que se encuentran algunos pantanos gallegos no se da en Portodemouros, pero con todo, es el cuarto embalse con peores cifras de capacidad de la cuenca hidrográfica de Galicia-Costa en esta semana. Con su 64,17 %, solo tiene un mayor caudal que los embalses de Fervenza (45 %), Vilagarcía (34,86 %) y Barrié de la Maza (34,78 %).

A la hora de analizar la bajada del agua de Portodemouros, observamos que, aunque está siguiendo una trayectoria similar a la que es costumbre en el embalse, el descenso actual parte de manera muy evidente en la primera semana de abril, cuando estaba en torno a los 260 hectómetros cúbicos. Una disminución que fue del 11,54 % en un solo mes y que en el recorrido hasta esta última semana de agosto la bajada fue cercana 26 %.

La aldea de Marquesado empieza a asomar la cabeza, pero aún lejos de salir a la luz

Para que los visitantes se acerquen a Brocos (Agolada) a visitar las ruinas de la antigua aldea hundida del Marquesado todavía tiene que descender mucho más el nivel de agua del embalse de Portodemouros. En estos momentos se pueden ver algunas edificaciones que no se encontraban a demasiada profundidad, apreciándose muros, materiales de las construcciones y estructuras que es habitual que salgan a la superficie cuando el caudal aminora.

Este es un enorme atractivo turístico para los turistas, que en cuanto la sequía acecha al embalse, se acercan a comprobar los vestigios de una población que quedó anegada hace más de 50 años, cuando se construyó el embalse y comenzó a funcionar la centra hidroeléctrica. En los momentos que el Marquesado vuelve a surgir de entre las aguas, deja en el visitante una impactante estampa en la que puede vislumbrar a la perfección los detalles de canalizaciones u hornos en las casas.

Los tesoros mejor guardados de Portodemouros salen a la luz con mayores dificultades, prueba de la profundidad que atesora el embalse. Cuando el nivel del agua coquetea con el 10%, algo que sucedió por última vez en el 2000, cuando se instaló en el 13 %, eran visibles las ruinas anegadas de la vieja central y el viejo aserradero. Unas atracciones turísticas que, aunque aún no sean visibles, suponen un enorme atractivo para los curiosos que ya comienzan a acercarse a la zona para comprobar de primera mano la situación del embalse.

Las eléctricas, en el punto de mira tras las bajadas de los niveles de agua de los embalses

La titularidad del embalse de Portodemouros pertenece a Naturgy, que junto con Iberdrola, están siendo investigadas por el Ministerio de Transición Ecológica por el vaciado de cuatro embalses gallegos: Belesar, Salas, Portas y Cenza. Se trata de momento de expedientes informativos para el control exhaustivo de los datos de aprovechamiento de agua que, en caso de incumplimiento de las condiciones de explotación o del caudal ecológico, podrían dar lugar a un expediente sancionador.

En los casos de la cuenca hidrográfica del Miño-Sil, el nivel global ya está por debajo del 50 %. Los vaciados coincidieron con las semanas de mayor presión sobre los precios de la luz. La justificación para ello es que lo hacen para desplazar a otras fuentes de energía más caras que la hidráulica, como el gas. Pero se han pagado precios similares, engordando los beneficios de las hidroeléctricas.