La guerra de Ucrania está teniendo también severos efectos en la economía local. Muchas empresas empiezan a notar el desabastecimiento de materias primas. Una de ellas es Hierros Diego, la gran factoría estradense del acero, que transforma al año 30.000 toneladas de material.
Según explica el gerente, Manuel García, tanto Rusia como Ucrania, que son grandes fabricantes de hierro y exportadores de chatarra, «ahora no cuentan en el mercado». El negocio ya se venía resintiendo por la subida del gas y la electricidad y la de los precios de la chatarra, el mineral de hierro o el níquel. «Los costes de la materia prima ya habían subido entre un 20 y un 25%», explica Manuel García.
Sin embargo, desde finales de la semana pasada el conflicto bélico en Ucrania ha acelerado la crisis. «Ahora no es que suban los precios, es que no hay materia prima. Las fábricas han suspendido las cotizaciones de precios. No admiten pedidos. Directamente no podemos comprar», comenta el empresario. «Con la subida eléctrica y de la materia prima las fábricas desconocen los costes de producción y se salen del mercado», cuenta.
Por el momento, Hierros Diego puede seguir trabajando con el material almacenado, pero las reservas empiezan a escasear, lo que obligará a reducir el ritmo de producción si la situación no cambia. «De acero corrugado estamos a cero», indica. También hay problemas para conseguir perfiles estructurales o comerciales. Solo hay disponible tubo o chapa. El desabastecimiento acabará por afectar al sector de la construcción.