El abogado estradense tras la sentencia de Pasapalabra: «Hay mucho en juego»
DEZA
Luis Fernández-Novoa dirige el despacho que ha puesto en jaque al Rosco
20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona sacudió este jueves el mundo de la televisión. El fallo condena al grupo Atresmedia, propietario de Antena 3, a dejar de emitir El Rosco del concurso Pasapalabra. Detrás de esta mediática sentencia está un abogado de origen estradense. Se llama Luis Fernández-Novoa Valladares y es uno de los socios fundadores de Hoyng Rokh Monegier, un despacho internacional especializado en la propiedad industrial e intelectual que tiene sucursales en Holanda, Francia, Alemania, Bélgica y España y que cuenta con centenar y medio de letrados. Luis Fernández-Novoa es, además, el director del bufete de Madrid, el artífice de la sentencia que pone contra las cuerdas al programa más sonado de Antena 3.
«Es un caso muy relevante en el campo de los derechos sobre los formatos de televisión. Hay mucho en juego. El Rosco de Pasapalabra motiva que Antena 3 sea líder de audiencia y ese liderazgo tiene una importancia decisiva en las contrataciones publicitarias, por lo que hay un componente económico muy importante», explica el estradense. Fernández-Novoa no ha llevado personalmente este caso, pero conoce bien los pormenores y repercusiones de una sentencia que, aún sin ser firme, está suponiendo una promoción impagable para el despacho en el área de los derechos de autor e intelectuales, en la que Hoyng Rokh Monegier ha empezado a trabajar en Madrid hace cinco años.
Atresmedia ha anunciado que recurrirá la sentencia ante el Supremo. No obstante, Fernández-Novoa y su equipo están convencidos de que no habrá vuelta atrás. «La sentencia es sólida y no creemos que el Supremo la cambie», dice el abogado. Avanza, además, que «es posible que se pida la ejecución provisional de la sentencia, con lo que se prohibiría la emisión de El Rosco mientras no haya un fallo firme del Supremo». No obstante, esta es «una decisión que todavía tenemos que discutir con el cliente». Su cliente es la empresa holandesa MC&F, que reclama los derechos de propiedad de la popular prueba del concurso Pasapalabra.
Hoyng Rokh Monegier también asesora a productoras cinematográficas sobre los derechos de los guiones o de la música —como en el caso de la coproducción hispano-chilena-francesa La contadora de películas— y trabaja para la Motion Pictures Association (MPA) en procedimientos de protección contra la piratería de películas de Disney, Paramount o Warner o series de Netflix, por poner solo algunos ejemplos.
Pese a todo ello, el derecho de patentes sigue siendo la actividad principal del despacho y la que le ha dado hasta ahora la mayor reputación a nivel europeo. Entre los clientes de la firma figuran empresas de la talla de Coca-Cola, el gigante japonés de las impresoras, Epson, o la tabacalera Philip Morris. «Trabajamos con sectores muy diferentes en cuestiones de marcas, diseños, patentes, competencia desleal o licencias», cuenta Luis Fernández-Novoa. En su lista de clientes hay empresas tecnológicas, como Huawei, y laboratorios farmacéuticos que defienden su marca frente a la irrupción de los medicamentos genéricos.
Luis Fernández-Novoa vivió su infancia y su juventud a caballo entre Santiago y A Estrada, donde nació, donde estudió varios cursos y a donde regresa siempre que puede. «Mi mujer también es de A Estrada, así que en Navidades, Pascua y en verano solemos ir. Tenemos casa en el pueblo y ahora además estamos arreglando la casa de mis padres en Ouzande», comenta.
Un experto en la familia
En la especialización de Luis Fernández-Novoa en patentes tiene bastante que ver su tío, el también estradense Carlos Fernández-Nóvoa Rodríguez. Carlos fue catedrático de Derecho Mercantil y el mayor experto de España en derecho de la propiedad. Él fue quien le mostró a Luis las posibilidades de futuro que ofrecía este campo.
El sobrino las supo aprovechar a conciencia. Tras estudiar Derecho en Santiago continuó su formación en Philadelphia. Después empezó a trabajar en Madrid, en el despacho Gómez-Acebo primero y luego en la oficina madrileña del americano Howrey. El 1 de enero del 2011, junto a otros especialistas europeos, montó el despacho internacional Hoyng Rokh Monegier. «Estamos especializados en patentes: de empresas tecnológicas, farmacéuticas, de telefonía, de energía eólica y solar... En este sector hay menos competencia que en otros, pero también menos trabajo. Tenemos menos pleitos, pero complicados y muy importantes, porque lo que te juegas es mantener un mercado para ti solo», explica el estradense.