El último homenaje al músico estradense que se despidió con un concierto «de fin de vida»
DEZA
Hace poco más de tres años que el saxofonista estradense Carlos Barruso se despidió de la vida dando una lección de entereza, optimismo y pasión por la música.
A finales del 2018 al artista le dieron la peor noticia de su vida. Le diagnosticaron un cáncer de páncreas con metástasis y le calcularon unos ocho o diez meses de vida. Lejos de tomárselo a la tremenda, Barruso decidió invertir sus últimos esfuerzos en lo que más le gustaba: la música. Organizó un chocante «Concierto de fin de vida» para despedirse de su familia y sus amigos como a él más le gustaba, sobre el escenario. El concierto fue histórico, pero no fue el último. Mientras Barruso se siguió encontrando con fuerzas siguió ofreciendo actuaciones en decenas de localidades, siempre con la misma profesionalidad y entrega. El 21 de diciembre del 2019, el artista falleció. En el entierro hubo jazz y reverencias para el maestro, que impulsó un Obradoiro de Música Moderna que ahora lleva su nombre y le rinde tributo todos los días.
Antes incluso de que el músico Pau Donés o la influencer Elena Huelva abanderasen las ganas de vivir, el estradense ya había sobrecogido a media Galicia con su reacción ante una enfermedad terminal. El pintor estradense Manuel González, Picasso, es una de tantas personas a las que la historia de Barruso les tocó la fibra. «Eu non coñecía de nada a Carlos Barruso, pero coñecín a súa historia pola prensa e impresionoume. Caeume ben, sen coñecelo de nada. Por eso decidín pintarlle un retrato baseándome nunha foto súa e donarlle o cadro á familia. Imprsionoume moito a maneira na que tomou a noticia. Cada un é libre de reaccionar como queira, pero el, sabendo que ía morrer, seguiu tocando, mentres outros andan queixándose. Vinlle moito mérito. Caeume ben», dice González.
El pintor acaba de entregar el lienzo a la familia de Carlos Barruso, que ya ha encontrado el lugar idóneo para colgarlo. El retrato lucirá desde ahora en el que fue el local de ensayo del saxofonista en la casa familiar de la parroquia estradense de Toedo.