A Estrada activa un taller para enseñar costura a los jóvenes en el recreo y potenciar su creatividad
DEZA
El proyecto estradense ha llegado al Museo do Pobo Galego
06 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El equipo de biblioteca del IES Manuel García Barros de A Estrada ha conseguido convertir la costura en una asignatura atractiva para los jóvenes. No figura en el programa lectivo ni es materia obligatoria en ningún curso. Pese a ello, media docena de estudiantes se han apuntado voluntariamente al taller organizado desde la biblioteca, que se ha estado impartiendo durante este curso, un recreo a la semana.
Los alumnos de primer curso de Secundaria fueron los más entusiastas con la iniciativa. Tanto chicos como chicas se apuntaron sin dudarlo y mostraron gran interés por aprender las nociones básicas.
La intención del taller no era simplemente enseñar a coser a los jóvenes. Según explican desde el equipo de biblioteca, el objetivo era mucho más ambicioso, ya que lo que se pretendía era, partiendo de la costura aprovechar las posibilidades creativas del alumnado y ayudarle a explorar sus habilidades. En línea con las nuevas tendencias educativas, lo que se buscaba era potenciar las posibilidades individuales de cada alumno.
Para conseguirlo, hubo que empezar de cero. Pese a que algunos de los participantes tenían madres o abuelas que cosen, ninguno de los chavales estaba familiarizado con el uso de la aguja. Fue preciso empezar por el principio: enseñar a enhebrar antes de dar las primeras puntadas.
El proyecto se enlazó además con la apuesta por el reciclaje y la reutilización que se trabaja desde la biblioteca. En esta línea, las libretas que viajan en las Mochilas viaxeiras de los alumnos no son material comprado, sino cuadernos creados a partir de hojas de libretas nunca terminadas.
En el marco de esta filosofía, el taller de costura tuvo como punto de partida la reutilización de prendas. El equipo propuso a los alumnos llevar a clase camisas y pantalones cortos viejos para convertirlos en pantalones de pijama. Los estudiantes aprovecharon tela, botones y hasta el bolsillo delantero de la camisa para crear nuevas prendas.
Aunque no todos los alumnos llegaron al final del taller, la experiencia demostró su validez para dar rienda suelta a las habilidades y la creatividad de los estudiantes. «É unha pequena semente, un inicio dun proxecto que se pode retomar en anos vindeiros e probar con outras cousas», explican desde el equipo de biblioteca.
La experiencia estradense forma parte ahora de la instalación participativa de ámbito internacional que acaba de inaugurarse en el Museo do Pobo Galego y que lleva por título Cartografías téxtiles. Se trata de un proyecto de investigación-acción participativa que pretende promover el estudio y el arte con materiales y técnicas textiles para favorecer la cohesión social, el activismo medioambiental y la relación con la identidad y el patrimonio. La instalación podrá visitarse hasta el próximo 30 de abril.