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Galicia se queda sin cerdo de recría y lo tiene que importar de Europa

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PaLACIOS LUGO / LA VOZ

DEZA

Recibe lechones por la falta de cerdas reproductoras en las explotaciones

23 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia importa lechones: depende de animales de fuera y de animales reproductoras que están en el resto de España o en otros países de Europa. La situación presenta una situación contradictoria. Por un lado, la tendencia, iniciada hace ya algunos años, ha aumentado algo en los últimos meses. Por otro, no se trata de un modelo que se pueda mantener indefinidamente, ya que los animales, por lo general, llegan de zonas donde el número de explotaciones está descendiendo y los animales acabarán por escasear. Así lo explicaba ayer Pablo Meijomín, presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor).

Según los datos que aportó, en Galicia hay actualmente más de un millón de lechones (1.300.000 apuntó). En cambio, el número de cerdas, se sitúa en torno a 100.000, una cifra que es prácticamente la misma que hace unos veinte años. «Non aumentou, nin se prevé que aumente», dijo. La situación que se da en la comunidad reproduce características que se dan también fuera: solo aumenta la dimensión de las grandes empresas del sector, que en Galicia no hay, recalcó el presidente de Fegapor.

El coste de montar una ganadería porcina nueva implica un desembolso de varios millones, como recordó Meijomín, lo que hace concebir muy pocas esperanzas de que aumente el número de negocios en Galicia. Mientras tanto, el precio de los lechones se mantiene en precios elevados, y aunque para próximos meses se asista a un leve descenso, la cotización seguirá siendo alta. Actualmente se está pagando a unos dos euros el kilo en animal vivo (ejemplares de varios meses). La perspectiva indica que la cotización descienda hasta aproximadamente 1,50 euros, pero ni así se tratará de una reducción preocupante. Por lo general, el período que va de Semana Santa a septiembre es el de mayores ventas. Meijomín reconoció que se trataba del precio más alto de los últimos tiempos, aunque también han aumentado los costes de producción.

Los animales que llegan a Galicia suelen tener unos dos meses de vida y pesar en torno a 20 kilos. Cuando dejan los cebaderos y van a los mataderos, tienen unos seis meses y pesan 110 o 120 kilos, con lo que el precio ronda los 240 euros. Entre los cebaderos hay quienes comercializan por su cuenta y quienes entregan a integradores, que luego se encargan de la comercialización de las reses. Ese es el fenómeno más frecuente.

Pozos contra la falta de agua

El sector no se libra de los problemas de la falta de lluvia de las últimas semanas, lo que lleva a los responsables de explotaciones a emprender la construcción de pozos, lo que supone, entre la perforación y la conexión de las reservas de agua con las naves, un gasto de unos 5.000 euros. En algunos casos, cuando se construyeron pozos en los años ochenta o noventa, las instalaciones fueron agotando las reservas y se estudia su sustitución.

Tampoco faltan, como desveló el presidente de Fegapor, ejemplos en los que la falta de agua lleva a los criadores a utilizar los servicios de las traídas públicas, aunque la seguridad de contar con un abastecimiento garantizado tiene el contrapunto del coste económico que conlleva: por ejemplo, apuntó Meijomín, una explotación de 2.000 cerdos tiene un consumo diario de 12.000 litros de agua.