Arranca el ensilado con buenas sensaciones pese a los ataques del jabalí
13 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La campaña del ensilado del maíz ya está en marcha en las comarcas de Deza y Tabeirós. Una labor fundamental para los ganaderos de la zona, que con el forraje que obtienen permiten mantener a sus vacas alimentadas. En los primeros compases de la cosecha, los agricultores se muestran muy satisfechos y optimistas con la altura, calidad y cantidad de plantas que han germinado apoyadas por las buenas condiciones climáticas: calor pero sin pasarse y una proporción perfecta de agua.
En O Rodo están a punto de iniciar los trabajos de ensilado y por el momento las previsiones son buenas. «Pinta ben en cantidad e calidad. Este ano fixo de calor e a primavera foi moi boa porque houbo temperatura e choiva na floración. O millo mantívose verde e criou espiga por esa auga», explica Suso Montes, presidente de la cooperativa.
Por su parte, Orlando González, de Gandeiros do Deza, explica que en su zona de Rodeiro están empezando a recoger en las áreas más secas y donde han sufrido los ataques más furibundos del jabalí. En estas fincas menos productivas la previsión es idéntica a la del año pasado, sin embargo, comenta que en las mejores parcelas esperan doblar la producción, pasando de 20.000 kilos de maíz a unos 35 o 40.000 en esta campaña.
«Non recordo un ano tan bo para a colleita do millo como este», asegura González. Explica que la proporción de agua y calor fue excelente, salvo por algunos días contados en los que el mercurio rozó los 40 grados. Si la lluvia y el frío respetan el ensilado, los trabajos no se alargarán más de un mes.
Costes de producción
En lo que respecta a los costes, estos se han multiplicado. El encarecimiento de la materia prima y de los elementos necesario para la producción está complicando el trabajo de los agricultores. «A sementa do millo multiplicouse, os herbicidas son o dobre de caro, tamén subiu o abono, o gasoil... Unha hectárea de millo estaba nuns 1.000 euros e o custe de produción agora está nos 1.500 euros», comenta González. Montes indica que el abono está en 700 y 800 euros la tonelada y que la bolsa de semillas se encareció hasta casi los 30 euros.
Parcelas afectadas en un 90 % y fincas resembradas hasta en tres ocasiones
Pese al optimismo generalizado entre los productores, existen factores que han complicado todo el proceso. Algunos ganaderos están adelantando la cosecha a costa de perder calidad en la floración ante el temor de que los jabalíes vuelvan a causar estragos en sus fincas. La preocupación es máxima debido a que este verano los porcos bravos han destrozado hectáreas y hectáreas de maíz, especialmente en la comarca de Deza.
En O Rodo Suso Montes destaca que algunos socios han denunciado a la administración daños en una superficie del 80 y 90 % de sus parcelas. «Vai por zonas, principalmente nas que están cara o monte, contra San Martiño e o Faro», explica. Asegura que muchos de los ataques fueron durante la época de siempre, teniendo que resembrar de nuevo hasta en tres ocasiones. Algo similar cuenta Orlando González. «Houbo fincas de 2 hectáreas que tivemos que sementar tres veces. Teño una finca co millo de 2 metros, outra de 1,20 e outra sen espiga», comenta.
«O tema do xabaril é a praga máis grande que temos. Estamos moi preocupados porque son ataques moi fortes, de seis ou sete animais que fan moito dano e destrozan os cultivos», añade el presidente de Gandeiros do Deza, indicando que han dado traslado a Medio Ambiente de fincas afectadas en más de un 70 % durante este verano. La magnitud del desastre en las plantaciones se ejemplifica con el aviso de Unións Agrarias, que instó a finales del mes pasado a la Xunta a compensar económicamente a los ganaderos y a atajar el elevado daños que está causando el jabalí, extremando el control en Deza.
En su denuncia relataban que una parte importante de los daños se está concentrando en Agolada. Desde Unións Agrarias lamentan que la administración autonómica no esté actuando con la «axilidade e eficiencia» necesarias y solicitan que se implementen «medidas cinexéticas capaces de deslocalizar as mandas e afastalas das zonas de cultivo».
La escasez de paja por la sequía provoca un aumento inviable de su precio
Empleada para las camas de los animales y para la alimentación, la paja es un elemento imprescindible para los ganaderos. Las explotaciones dezanas la consumen en grandes cantidades y buscan alternativas ante la escasez y el encarecimiento de este producto agrícola. Orlando González asegura que encontrar paja está convirtiéndose una ardua tarea. «O problema é que non hai, a escaseza é enorme porque en Castela tiveron unha seca abismal e non houbo colleita», explica.
Por otra parte, la poca que queda se vende a precio de oro. «En Castela venden a tonelada de palla por 180 euros e a iso hai que sumar o porte. Antes ía a uns 60 ou 50 euros», señala. Ante el encarecimiento de otros alimentos como la alfalfa, los ganaderos están optando por la hierba seca.