La estradense que huyó de la rutina y triunfa en Tarifa con pulseras vitamina
DEZA
Su bisutería con mensaje tiene dos tiendas propias y 50 puntos de venta
19 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.A veces hay que dar la vuelta al mundo para encontrarse a uno mismo. Algo parecido le pasó a la estradense Raquel Manteiga Iglesias, que después de lanzarse a recorrer el planeta buscando un cambio de aires acabó instalándose en Tarifa (Cádiz) y montando una firma de artesanía que tiene más de 20.000 seguidores en Instagram, dos tiendas físicas y cincuenta puntos de venta en toda España.
Esa firma se llama Bibí y es un homenaje a su tía Abigail, una mujer estradense que fue una adelantada a su tiempo. «Bibí era una de las hermanas de mi abuelo de Codeseda, donde pasábamos los veranos. Eran mujeres muy independientes, trabajadoras y enamoradas de la moda y de los complementos de calidad. Eran superfashion y siempre estaban rodeadas de cosas bonitas. Ellas me transmitieron su amor por la artesanía y por las cosas bien hechas», explica Raquel desde Tarifa, donde estos días vive la vorágine del traslado de su taller del centro a un local más amplio en el polígono que le permita seguir creciendo.
En la ciudad más meridional de España, la estradense ha encontrado su sitio y ha fundado un próspero negocio de bisutería en cuero que tiene como producto estrella las pulseras con mensaje. Igual que hay personas vitamina, también hay objetos vitamina, que invitan a dejar atrás los malos rollos y a centrarse en lo bueno de la vida. Así son las pulseras de Bibí, que Raquel empezó vendiendo en la playa de Tarifa al dejar un empleo que le absorbía la vida y que ahora se venden por todas partes, en la versión original patentada y hasta en imitaciones que a la artesana no que quitan el sueño.
«La vida es ahora»
Hay dos colecciones estrella: Tarifa y Galicia. No podía ser de otra manera. En la colección Tarifa se leen mensajes como «La vida es ahora», «+ amor, -drama», «Viva la vida» o «No necesito alas para volar». En la colección Galicia, pura filosofía gallega: «Éche o que hai», «Malo será», «Morriña», «Toxiño» o «Riquiña».
Además, la marca también elabora pulseras personalizadas para eventos, carteras de una pieza inspiradas en el origami japonés, llaveros, bolsas de tela o tazas.
La estradense sigue una línea de compromiso que se respeta en todo el proceso de confección de sus productos. Todas las materias primas, desde el cuero hasta el último hilo, son de fabricación española. Los curtidos son vegetales, el pintado se hace a mano y el embalaje procede de bosques sostenibles.
Por el momento Bibí tiene puntos de venta propios en Tarifa y, desde este verano, en Santiago de Compostela, en la Praza de Abastos. Además, cuenta con 50 puntos de venta en toda España, uno de ellos en A Estrada, en el centro estético Añil.
La firma Bibí cuenta con el sello de calidad de Artesanía de Andalucía. El de Artesanía de Galicia todavía no lo ha conseguido. «Todo chegará», dice Raquel con el mismo optimismo que rezuman sus pulseras.
Del pub Berrinche al paraíso del viento
Al acabar en el instituto, Raquel trabajó en la cafetería de sus padres en la estación de tren de Santiago y luego emprendió. Montó primero en A Estrada el pub Berrinche y después en Santiago el Malas Pécoras. Se casó, se compró una casa en A Portela y trabajo en la fábrica Imar en Soutelo. Diez años después, al divorciarse, compró un billete para Bangkok y se fue a la aventura. Estuvo en Tailandia, Croacia, Inglaterra y Brasil, donde conoció a muchos tarifeños. Volvió a Galicia para intentar emprender como artesana en Santiago, pero las dificultades y un invierno lluvioso como ninguno la empujaron a Tarifa.