La empresa del exciclista Ezequiel Mosquera vive un momento dulce
28 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Ezequiel Mosquera dejó el ciclismo en el año 2010 estuvo un par de años desubicado. Buscaba una opción laboral tras mucho tiempo desconectado del mercado y no lo veía nada claro. «Botei case dous anos obsesionado con comprar viñedos e montar unha bodega. Estaba namorado da Ribeira Sacra, pero afortunadamente, a base de consellos, convencéronme de que non era boa idea. O romanticismo no mundo da empresa non é bo», constata. «Descubrín que moitas pequenas bodegas que funcionan son de xente de cartos que as ten como capricho, non como medio de vida. Contra iso non se pode competir. Ademais, alguén me dixo que no mundo do viño hai máis piratas ca no mundo do ciclismo», cuenta Ezequiel satisfecho del rumbo profesional que ha dado a su vida.
«Zapatero a tus zapatos», se dijo el exciclista cuando empezó a pensar en montar una empresa de soluciones logísticas y tecnológicas para pruebas deportivas. No tenía experiencia en ese campo y, cuando corría, ni siquiera se fijaba mucho en lo que ocurría entre bambalinas. Sin embargo, conocía bien el mundo de las carreras y veía que en la parte logística había muchas empresas de fuera y mucho que mejorar.
«Un evento á parte de ser importante, ten que venderse como importante. Dinme conta de que había que traballar moito máis a imaxe. Desde que nós empezamos coa empresa no 2013 ata agora iso cambiou moito. Agora a imaxe importa moito», cuenta.
El hecho de ser un deportista muy conocido le abrió muchas puertas al principio a Ezequiel Mosquera, que arrancó con Emesports en pruebas ciclistas. «Pero o mercado era o deporte popular en xeral, así que fomos ampliando o abanico de servizos», explica.
El primer contrato de Emesports fue poco más que colocar unas vallas en una prueba en Noia, pero poco a poco fueron cayendo fechas salpicadas a lo largo de año, luego empezaron a llenarse los fines de semana y hoy por hoy la empresa no da abasto. La firma presta servicios completos en una media de 150 eventos deportivos al año, sobre todo en Galicia. «Hoxe unha fin de semana de dous eventos é unha fin de semana tranquila», dice.
La empresa cuenta con cinco trabajadores en plantilla, una nave en Matalobos de 1.300 metros cuadrados que comparte con Monster Studio —que se encarga de todas las soluciones de diseño— y una importante infraestructura en la que se incluyen tres tráilers, un camión rígido, dos camiones ligeros, un camión-podium y un arco de meta «que non o ten nin a Volta a España».
El auge del deporte le ha permitido levantar el vuelo a una firma que incluso en la pandemia logró mantenerse a flote a golpe de ingenio. «Reciclámonos e empezamos a ofertar autocines con perímetros de seguridade. Eran eventos limpos que funcionaron moi ben. Grazas a eles non crebamos», recuerda Ezequiel.
En la actualidad, a la empresa le sobran eventos. Hay demanda incluso fuera de Galicia, pero Emesports prefiere no descuidar el mercado ganado en la comunidad, así que fuera solo atiende citas concretas, como la Vuelta a Murcia, la Clásica de Jaén o la San Silvestre de Oviedo. Crecer no está en los planes de Mosquera a corto plazo. Implicaría duplicar las cifras, y eso siempre da un poco de vértigo.
Por ahora, la firma prefiere seguir afianzando su amplio mercado gallego de organización integral de pruebas para terceros y las dos únicas pruebas de las que es organizadora de momento: el Gran Fondo de Ézaro y O Gran Camiño, el evento deportivo más grande de Galicia y el buque insignia de Emesports, que celebrará su próxima edición del 22 al 25 de febrero.