
La clave para evitar problemas es no descuidar el mantenimiento anual
19 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La inminente llegada del frío que anuncian las previsiones meteorológicas abrirá para muchos vecinos de la zona la temporada de encendido de todo tipo de chimeneas y de estufas de leña. Y con ella, cada año, aparecen los primeros incendios de chimeneas que, en la zona, son frecuentes a lo largo de todo el invierno. Para evitarlos, señala Lucía García Pérez de Express Pellets, señala que en este campo hay mucho desconocimiento y a veces la gente compra una estufa de pellets y no sabe que hay que limpiarla. En este tipo de estufas y chimeneas varias es esencial «limpiar con frecuencia y no descuidar el mantenimiento» que se recomienda sea anual.
Desde este establecimiento lalinense inciden que en «la máquina hay que abrirla, las máquinas deberían dar el sistema de que ya está sucia y deberían llamar al servicio técnico, pero hay máquinas que lo hacen y otras no. Mucha gente no lo sabe porque no se lo explicó nadie». Cuando la máquina da un error, apunta Lucía, «en el 80 % de los casos es porque la máquina está sucia y muchas veces es por desconocimiento».
En el mercado se venden numerosos aparatos como varillas, aspiradoras pero hay que tener en cuenta el tipo de chimenea en la que se van a emplear. Lucía García recomienda el uso de deshollinadores a lo largo de toda la temporada de invierno que van ayudando a que no se acumule suciedad. En el caso de una de leña es un tronco que metido en el hogar actúa como deshollinador y ayuda a quitar la suciedad y en las estufas de pellets una mezcla en forma de pellets que hace la misma función. Son productos que ayudan pero que muchas veces no son suficientes. Los profesionales que en la zona se dedican a la limpieza de todo tipo de chimeneas se encuentran con muchas que llevan años sin limpiar y que necesitan una actuación mucho más profunda.
Una limpieza de un profesional, usando maquinaria industrial y una serie de medios mucho más potentes, y también costoso, de lo que se compra habitualmente lleva, al menos dos horas, de trabajo en una estufa de pellets. En Exprés Pellets ofrecen a sus clientes el mantenimiento de las estufas de pellets, chimeneas o cocinas de leña vendidas por ellos. Lucía García explica que «empezamos a llamar a la gente en mayo, en cuanto acaba la temporada de invierno» de cara a ir marcando las citas con tiempo y tener las chimeneas a punto para el siguiente otoño-invierno. Pese a todo reconoce que hay quien no se acuerda hasta que se acerca el frío y llaman para apuntarse.
En las estufas de pellets, como regla general, apuntan, se debe realizar una limpieza cada tonelada o tonelada y media consumida. En el caso de la leña, en la zona, mucha de la que se consume no está del todo seca, está almacenada en algún cobertizo y eso hace que tenga más polvo y genere más residuo, por lo que es aconsejable que la que se use esté lo más seca y limpia posible. En el caso de los pellets se recomienda también usar un buen pellets «porque hay pellets que dejan costra que parece alquitrán, son más baratos, sí, pero estropeas la estufa por dentro y a la hora de limpiar eso no hay quien lo quite», señala.
El peligro de las estafas
En Exprés Pellets advierten de los vecinos de la proliferación de estafas relacionadas con la venta de pellets. Lucía García señala que el año pasado en internet aparecía una página con el nombre de Pellets Exprés que ofrecía los sacos de pellets a un precio irrisorio. Muchos vecinos picaron, pagaron por transferencia y nunca llegaron a ver los pellets. Dado el parecido con el nombre de la empresa lalinense les llovieron las llamadas. Lo denunciaron en la Guardia Civil. «La página no tenía teléfono, estaba registrada fuera y es imposible cogerlos», señala Lucía. Ante esto, apunta, «todo lo que baje de 5,50 o 5,60 euros es para desconfiar. A menos de 5,60 no se encuentra un saco de pellets decente», señala.
«O seguro non cubre un incendio producido por falta de mantemento»
Ramón Verde, de Vila de Cruces, es autónomo y lleva 20 años limpiando todo tipo de chimeneas. Estudió en Francia y «de rapaz era deshollinador», explica. Allí aprendió las claves de un oficio necesario pero del que no hay apenas profesionales en la zona. La maquinaria que usan es francesa y alemana y se queja de que en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países de Europa, no existe una normativa que exija la revisión de las chimeneas. Esa falta de regulación no se da, por ejemplo, en las calderas de gas, donde es obligatoria una revisión.
En el caso de las chimeneas no existe esa exigencia. Una vez se produce un incendio o revienta la chimenea «chaman aos bombeiros e a compañía de seguro, e moitas veces vai o perito e dille que a causa foi a falta de mantemento e non lle cubren os gastos». Se queja de que «moita xente compra cepillos ou varillas pero non sabe o componente da súa chimenea, o diámetro, a constitución, si é de ladrillo, de ferro, de cemento... compra iso, fai unha pequena limpeza e o cabo igual o cabo dunha semana ou dúas plántalle lume e di: si a limpei, pero o que fixo foi destapala e non limpou os residuos correctamente».
Para hacerlo, explica, «hai que utilizar robots, máquinas profesionais e logo hai que diagnosticar e nos utilizamos un sistema de cámaras para ver cómo se quedou todo no seu tramo completo que poden ser doce metros, miramos si está rota nalgún punto, se quedou sucia, non só quitarlle hollín. cada chimenea é diferente, ten unhas característicasde construcción e é distinto según o combustible que use».