«El mejor protocolo a aplicar en las residencias es el del sentidiño»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Rocío Ramos

Los geriátricos de las comarcas ya llevan tiempo recomendando el uso de mascarillas

11 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque no es obligatorio, en la mayoría de las residencias de mayores de la zona llevan ya recomendando el uso de mascarillas desde que empezó la incidencia de gripes y demás afecciones respiratorias, pero no solo en estas circunstancias. Como explica Rocío Carbón, la directora de la residencia de Vila de Cruces «el mejor protocolo a aplicar es el del sentidiño». Una frase que resume una filosofía que comparten en otros centros de la zona y que viene a significar la utilización de mascarillas siempre que sea necesario especialmente por parte de trabajadores y visitantes.

En la residencia de As Dores de Lalín, Lorena García, explica que ya pusieron mascarillas en Navidad en cuanto empezaron a detectar algún caso de gripe. La usan tanto trabajadores como visitantes. En estos momentos, el centro continúa recomendando su uso y un cartel en la puerta sirve de advertencia a los que vienen.

A la entrada de la residencia lalinense se facilita mascarillas a los que acuden a la residencia y no la tienen. Es una medida que se usa por precaución y también ante cualquier caso de posible virus ya sea respiratorio o estomacal, por ejemplo, y como una manera de intentar evitar contagios.

García señala que «la gente lo entiende y en general es bastante respetuosa» y entiende que «es una medida que hay que seguir», especialmente mientras haya el pico de gripe, gripe A que está habiendo. En la residencia de Silleda pasa lo mismo y, apunta su directora, Paula Guzmán, que «as mascarillas as poñen as familias, as visitas e os traballadores dende o Nadal». Lo mismo pasa en otros centros de la zona donde consideran necesaria esta medida. En algún centro los trabajadores llevan puesta una mascarilla FP2 y por encima una quirúrgica para evitar posibles contagios.

Mientras tanto, en las residencias continúan vigilantes, un invierno en el que están constatando una gran incidencia de todo tipo de patologías respiratorias que en ocasiones se complican, especialmente en una población de riesgo como son los mayores. La incidencia de covid, fue pequeña, y está siendo mayor, en algunos centros, la de la gripe A que está pegando fuerte. A esta se añaden muchos resfriados y catarros comunes que también hay que vigilar.

Masiva afluencia con cubrebocas ayer en el ambulatorio de Lalín

Pasadas las doce del mediodía de ayer, un cartel a la entrada del centro de salud de Laín, informaba de las indicaciones del uso de mascarillas en los centros sanitarios. Dentro, tanto en el mostrador destinado a la petición de citas, como en las salas de espera situadas a las puertas de las consultas, la inmensa mayoría de los usuarios estaban con la mascarilla puesta.

Al preguntarles su opinión sobre la obligatoriedad de volver a usarla, la respuesta era casi unánime y en general, todo el mundo veía bien una medida que entienden, como comentaba una usuaria, «é necesaria nas consultas onde pode haber xente maior ou que, por calquera enfermidade o calquera cousa, ten as defensas baixas; nos hospitais e nas farmacias». Tres lugares especialmente sensibles donde los vecinos ven bien e uso de las mascarillas. Había quien reconocía que «costa acostumarse» a ponerla de nuevo, pero otros añadían que «non é tanta a molestia e son moitos os beneficios». La mayoría se conformó con que «non queda outra que polas» y creen que es necesaria.

En la entrada del centro sanitario lalinense una trabajadora señalaba que por el mostrador estaban pasando muchos vecinos que «nos piden unha máscara porque non lle acordou e non a traen». Es algo, que dicen, «que xa pasou antes e pasa sempre».

La gripe A sigue golpeando las urgencias, aunque caen en el CHUS a 72 los ingresados

Pocos podían prever la intensidad con la que ha golpeado la gripe A durante este invierno. Que no sería un plácido final de año se percataron a mediados de diciembre en las urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), cuando el número de enfermos de avanzada edad con cuadros de insuficiencia respiratorias comenzó a crecer de manera exponencial. Esa realidad continúa y entre las 9.00 horas del martes y la mañana de ayer más de 469 personas fueron atendidas por los sanitarios compostelanos.

De todos ellos, 382 eran adultos, mientras que 85 pasaron por las urgencias pediátricas. A pesar de que el número de asistencias sigue siendo elevado, la cifra de personas que necesitaron ser trasladadas a planta cayó hasta las 72, 16 menos que el día anterior. Que esa tendencia se mantenga a la baja se antoja fundamental para los profesionales, ya que indica que los cuadros son cada vez menos graves y les facilita el trabajo. Uno de los principales problemas que existen en el Clínico surge además cuando es necesario ingresar a muchos enfermos, lo que motiva que los pasillos se llenen de camillas.

Según los datos de la propia gerencia, a primera hora de ayer quedaban 56 personas a la espera de lograr una cama en planta. El porcentaje de ocupación de las plazas está en el 90 % en el área médica; 88 % en quirúrgica; 74 % en unidades de cuidados intensivos; 66 % en psiquiatría; 54 en obstétrica y 46 % en pediatría. Profesionales de urgencias piden, sobre todo a los mayores de 65 años, que acudan a ponerse la vacuna contra la gripe, clave para contener el aluvión de casos registrados durante este mes.