El 2023 se saldó con tres fallecidos en 573 accidentes ocurridos en la zona
DEZA
La cifra de muertes se redujo en dos tercios y también bajaron los siniestros
10 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con la normalización ya de la circulación habitual de vehículos el pasado año, ya constatada casi de forma total en el 2022 tras dejarse atrás la reducción de la movilidad generada por la pandemia. A pesar de los altos precios del combustible y en general del repunte del coste de la vida el pasado ejercicio, seguimos aferrados al volante para nuestros desplazamientos. Y el aumento del tránsito de coches por las carreteras de Deza y Tabeirós-Terra de Montes supone un caldo de cultivo para que se puedan producir accidentes. A pesar de ello en el 2023 bajaron en la zona respecto al año anterior de forma casi testimonial, aunque afortunadamente se redujo en dos tercios el número de fallecidos, al caer de nueve a solo tres.
En el 2022 la cifra de víctimas mortales en siniestros de tráfico estuvo muy condicionada por el trágico suceso de la Nochebuena, al precipitarse al río Lérez un autobús que transitaba por la N-541 a su paso por Pedre (Cerdedo). Fueron siete los fallecidos en ese accidente. Si descontamos ese caso, en el 2023 se estuvo en cifras por encima, tres frente a dos.
Durante el pasado ejercicio también bajaron los accidentes en carreteras de la zona atendidos por el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Lalín. En concreto fueron 573 frente a los 577 del pasado año, según los datos facilitados ayer desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra. Supone una reducción que podríamos calificar casi de simbólica, con cuatro menos. La otra nota positiva fue la caída en el número de víctimas que se produjeron en esos sucesos, con 112 frente a las 165 del año previo.
Ocho hospitalizaciones
De esas 112 víctimas registradas, como comentamos, tres fallecieron, mientras que ocho requirieron hospitalización por la gravedad de sus heridas —en el 2022 habían sido más, once en concreto— y 142 resultaron heridas leves en el 2023 —145 en el año anterior—.
La mayoría de los accidentes se produjeron en los viales de mayor tránsito de vehículos, como pueden ser la Nacional 525 o la N-640. Pero también hubo en otros viales. Por ejemplo, uno de los siniestros con una víctima mortal se producía el 31 de mayo del 2023 en la PO-112 a paso por Rodeiro. Fallecía el conductor de una furgoneta de 44 años cuando era trasladado al hospital tras chocar la furgoneta que conducía contra un vehículo pesado. El conductor de ese camión salía ileso.
Atropello de animales
Otro de los aspectos analizados en el informe anual recoge las incidencias viarias donde se vieron implicados animales. El pasado año fueron 245 los ejemplares de especies cinegéticas que fueron atropellados en siniestros en las carreteras. Supone un descenso respecto al 2022, cuando se contabilizaron 276 casos. Curiosamente en el 2023 se produjo el mismo número, los citados 245, que en el 2021.
Existe preocupación entre los conductores por esa elevada siniestralidad con presencia de animales en las vías, siendo mayoritarios los atropellos de jabalíes. A mayor distancia y de lejos hay también otros sucesos en los que están implicados corzos y perros. Pero la tendencia creciente debe invitar a tomar medidas protectoras y de seguridad. Como ocurre en general con los accidentes en la calzada, tanto la N-525 como la N-640 acaparan el mayor número de casos con especies cinegéticas implicadas, aunque también hay cifras significativas en la AG-53 y ya menos en la AP-53.
Los atropellos mortales en la provincia se dispararon con nueve muertes
El pasado año se cerró en la provincia de Pontevedra con veinticuatro muertes en la carretera, seis más que en el 2022, uno menos que en el 2021 y los mismos que en el período 2018-2022. Así lo confirmó ayer el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, quien precisó que son cifras que se enmarcan en un contexto de mayor movilidad, recuperando los niveles prepandemia. De este modo, los desplazamientos se incrementaron un 1,2 % con respecto al 2022 y un 2,5 % con relación las cifras computadas del 2019.
A lo largo del 2023, Pontevedra fue escenario de un total de veintidós siniestros mortales que, además de causar veinticuatro fallecidos, cuatro de ellos en vías de alta capacidad y el resto en carreteras convencionales, dejaron 96 heridos graves y 1.364 leves. «O número global de sinistros con vítimas foi de 985, o que supón un lixeiro aumento interanual pero unha baixada de 13,4 puntos con respecto a hai cinco anos», añadieron desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.
En cuanto a la titularidad de las carreteras, el 59 % de los accidentes mortales tuvieron lugar en viales autonómicos, un 36 % en vías de titularidad estatal y un 4 % en vías municipales. Abel Losada, en este punto, advirtió de la importancia de rechazar cualquier tentación de hacer un uso político de la siniestralidad viaria: «Queda claro que os accidentes prodúcense en todo tipo de vías e con todo tipo de titularidades».
Peatones y motoristas
Por otro lado, trasladó su preocupación por el número de usuarios vulnerables fallecidos, ya que representan el 58 % de los muertos, lo que implica un incremento del 30 % con respecto al 2022. El pasado año, el asfalto se cobró la vida en Pontevedra de siete peatones y otros tantos motoristas cuando el año anterior no se había registrado ni un solo atropello mortal.
Asimismo, las salidas de vía están detrás de la mitad de los siniestros con fallecidos, mientras que atropellos y colisiones frontolateral causaron el 23 % y 13,6 %, respectivamente, de los accidentes mortales. En cuanto a los factores concurrentes en estos casos, «o exceso de velocidade estivo presente no 36 % dos accidentes con vítimas mortais e no 23 % dos accidentes con vítimas, así como a condución distraída, que causou tamén o 36 % dos accidentes mortais e o 27 % dos accidentes con vítimas», lamentó Abel Losada.
Los agentes de Tráfico efectuaron en las comarcas 32.341 pruebas de alcoholemia y 530 de consumo de drogas
El pasado año, los agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Lalín realizaron un total de 32.341 pruebas de alcohol a los conductores en viales de la zona. Suponen un descenso significativo respecto al 2022, cuando se efectuaron 40.749. Por tanto se redujeron en 8.408, siguiendo la tendencia ya de hace dos años, cuando se había bajado en 8.317 respecto al 2021.
A pesar de ese fuerte descenso de pruebas, el porcentaje de positivos por alcohol cayó en menor medida. En concreto desde 599 en el 2022 a los 523 del pasado ejercicio. De las 32.341 pruebas de alcoholemia efectuadas, la mayoría correspondieron a controles preventivos, con 27.131, mientras que 4.455 se produjeron a raíz de alguna infracción y 755 en casos de accidentes.
La estadística anual también refleja que de las 523 pruebas que dieron positivo, 472 se detectaron en los controles preventivos, suponiendo 448 una infracción al código penal y 46 la apertura de diligencias. Muy lejos quedaron los 32 positivos en los controles por accidentes, con 17 diligencias tramitadas y 15 infracciones constatadas, así como los 19 positivos en pruebas por infracciones, con 14 que acarrearon sanciones y 5 que supusieron apertura de diligencias.
Respecto a las pruebas de drogas, crecieron de forma exponencial el pasado año hasta 530, frente a las 301 que se efectuaron en el 2022. De esas 530, 308 se efectuaron en controles preventivos, 189 tras accidentes y 33 en casos de infracción del código penal. Hubo muchos más positivos en el 2023 que en el ejercicio previo, 221 frente a 136. De esas 221, 192 positivos se detectaron 192 en controles preventivos, 18 en accidentes y 11 en infracciones.
Tráfico cursó en la zona el año pasado miles de denuncias que supusieron detracción de puntos. Entre las infracciones más comunes se encuentra el uso del teléfono móvil al volante y excesos de velocidad. En general, la sanción por circular a mayor velocidad lleva pareja la pérdida de algún punto además de multa en función de la gravedad.