Los técnicos veterinarios de Saúde Pública de la Xunta detectaron el miércoles en una inspección al matadero de Industrias Frigoríficas del Deza, en el polígono lalinense de Botos, «deficiencias operacionales y de mantenimiento de las instalaciones». Una situación que, apuntan desde la Xunta, «dificultaban mantener la actividad de la empresa dentro del marco de seguridad alimentaria necesario».
Desde la Consellería de Sanidade se apunta que Frigodeza llevaba tiempo arrastrando problemas de diversa índole y que ante los problemas detectados, los técnicos veterinario de Saúde Pública hablaron con los representantes de la empresa que, explican, «decidieron cesar la actividad voluntariamente y de forma temporal hasta que sean capaces de reiniciar en condiciones higiénicas adecuadas con los equipos necesarios». La medida fue adoptada, pues, a petición por la empresa que ayer la achacaba únicamente a problemas de falta de personal apuntando que se mantendría hasta que se solucionase esa falta de trabajadores.
En estos momentos, la actividad del matadero lalinense, centrada en el sacrificio de ganado porcino, había visto en los últimos meses mermada su actividad de forma muy notable. Gran parte de la plantilla está de permiso desde principios de año pendiente del posible inicio de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, cuya negociación acabó sin acuerdo entre patronal y sindicatos y su aprobación está en manos de Inspección de Trabajo y Xunta.