Fevega orientó a emigrantes retornados e inmigrantes sobre ayudas y papeleo
07 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nunca es fácil empezar de cero. Y mucho menos si es al otro lato del Atlántico, con un océano de morriña de por medio y otro de burocracia para homologar los títulos y tener todo el papeleo en regla. En el caso de los venezolanos que aterrizan en Galicia, todo puede resultar mucho más sencillo buscando el asesoramiento de la Federación Venezolana de Galicia (Fevega), que nació precisamente para eso y para estrechar lazos entre la creciente comunidad de venezolanos que ya son gallegos de pura cepa.
La Federación tiene oficinas informativas en Vigo, Ourense y Lugo, pero gracias a un acuerdo con la Secretaría Xeral da Emigración de la Xunta, también tiene una oficina móvil de asesoramiento que este sábado hizo escala en A Estrada para resolver las dudas de los venezolanos que están intentando sembrar un futuro en el municipio. Y no son pocos. La sala Mome recibió ayer un goteo de emigrantes retornados y de inmigrantes que plantearon dudas sobre ayudas y subvenciones, homologación de títulos, pensiones o cuestiones laborales. El presidente de Fevega, Manuel Pérez, la técnica Ana Sara Lera y una pareja de abogados expertos en la materia resolvieron las inquietudes de los residentes de origen venezolano.
«A los emigrantes retornados, el mejor consejo que podemos darles es que hagan un retorno organizado. En Venezuela, la mayor parte de la gente tiene estudios. El que menos, tiene el título de Bachillerato. Pero muchas veces se vienen con el título sin legalizar. Es como si vinieran sin nada. Tiene que venir certificado por los organismos internacionales para que después aquí en España se lo puedan homologar», explica Ana Sara. «Otro error común es traer legalizado solo el título universitario pero no el de Bachillerato, porque para homologarlo en España necesitas los dos», cuenta.
«Antes de venirse es muy importante pasarse por el consulado de España en Venezuela e informarse de todos los requisitos. Muchos piensan que con venir con el pasaporte español ya se puede resolver todo en España, pero hay cosas que tienen que venir hechas de allá. Mucha gente pierde la ayuda al emigrante retornado por no tener un papelito», subraya la técnica de la oficina de información de Fevega en Vigo. El subsidio para emigrantes retornados es de 480 euros durante 18 meses. «Es una buena ayuda para asentarse, pero hay que justificar que eres español de origen, es decir, hijo de españoles, y para cobrarlo también tienes que haber trabajado como mínimo un año en Venezuela en los últimos seis. Y esa certificación tiene que venir compulsada de Venezuela. Hay que informarse», dice Ana Sara Lera.
«Los emigrantes retornados suelen ser en un alto porcentaje mayores de 70 años que vuelven a Galicia porque allá no le alcanzan las pensiones y por la calidad de la cobertura sanitaria de aquí. La pensión mensual de un jubilado allí es de 5 euros y un cartón de leche cuesta 2. ¿De qué viven? De los 8 millones de venezolanos que hay fuera mandando dinero. Muchos vienen también abriendo camino, preparando el terreno para que se asienten luego sus hijos o nietos», explica.
No obstante, tanto Ana Sara Lera como el presidente de Fevega constatan que cada vez son más los venezolanos que llegan a Galicia como inmigrantes. «No tienen arraigo ni ayudas en Galicia, pero vienen escapando de la situación de allá, muchas veces por darles un futuro a sus hijos. Entre Galicia y Venezuela hay un fuerte lazo. El idioma ayuda y también la sanidad de primer nivel que hay aquí, la educación y, sobre todo, la seguridad en la calle, que es por lo que yo mismo me vine», dice Manuel Pérez.
Dos años sin permiso de trabajo
El presidente de Fevega reclama a la administración que agilice los trámites para que los inmigrantes puedan trabajar legalmente cuanto antes. «En Galicia hay sobre 40.000 venezolanos. La mitad son inmigrantes. Cuando llegan van a pedir una cita a Extranjería para solicitar la protección internacional y, en Vigo, les dan la cita en un plazo de dos o tres meses. Con eso ya están legales, pero la segunda cita, para poder tener un permiso de trabajo, la están dando para abril del 2026. ¿Qué hace esa gente mientras? O se quedan en casa de un amigo, o viven de ayudas sociales, o trabajan en negro o buscan alternativas no legales. Si les dejas entrar, dales permiso de trabajo. Si no, estás fomentando la economía sumergida y alimentando la inseguridad», explican Ana Sara y Manuel Pérez.