La torre-fortaleza de Montes volverá a la vida con una reconstrucción virtual
DEZA
La construcción ahora en ruinas resurgirá gracias a la realidad aumentada
09 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La torre-fortaleza de Castro de Montes, en la parroquia de San Miguel de Presqueiras (Forcarei), es el símbolo de la comarca histórica de Terra de Montes. Sin embargo, hoy casi no queda ni rastro de la torre ni de la comarca. El territorio ha sido despedazado administrativamente de forma un tanto artificial. La torre-fortaleza, por su parte, ha quedado reducida a un montón de piedras que cuesta imaginar como centro de poder de la antigua comarca.
Pero eso pronto podría cambiar. La Asociación Amigos da Terra de Montes se ha propuesto insuflarle vida a este símbolo comarcal. Primero planteó una reconstrucción real, piedra a piedra, como se hizo en su día con el monasterio de Aciveiro. Sin embargo, la Consellería de Cultura dejó claro desde el primer momento que una reconstrucción física era inviable, así que el colectivo puso sobre la mesa su plan B: una reconstrucción virtual. Ahí, la Consellería anunció un respaldo que el mes pasado se tradujo en un compromiso firme de contratar el proyecto.
«O que queremos facer é un levantamento topográfico para crear un modelo dixital en 4D. Queremos que a reconstrución non sexa só unha recreación artística con fins didácticos. Queremos que reproduza os espazos tal como eran segundo as descricións que chegaron ata nós, coas dimensións reais e os materiais que correspondan. Buscamos unha perfección técnica para que ese traballo poida ter máis aplicacións que a turística ou divulgativa», explica el presidente de la Asociación de Amigos da Terra de Montes, Tomás Sancho.
La idea es editar un vídeo de corta duración en el que se muestre cómo era esa torre-fortaleza y su relevancia, de forma que los escolares puedan comprender el pasado comarcal de forma visual y sencilla. Además, se creará un modelo manipulable que se podrá explorar girándolo y se dejará abierta la posibilidad de incorporar personajes a la escena.
La reconstrucción virtual estará disponible en la web. En las ruinas de la fortaleza en Presqueiras se colocará un cartel con un código QR para escanear que permitirá adentrarse en un mundo de realidad aumentada en la que el edificio emergerá de los restos reales. También se estudiará ofrecer una experiencia de realidad virtual, a través de gafas que permitirían entrar en el edificio y pasearse por él.
La reconstrucción virtual se hará en base a mediciones realizadas en las ruinas y a la documentación escrita que se conserva en la que se describe el monumento, como las declaraciones del juicio a los Irmandiños tras la destrucción de la torre-fortaleza de Castro de Montes.
Destruida por los Irmandiños
La fortaleza fue construida en tiempos del obispo Gelmírez sobre un castro natural que fue también un campamento fortificado romano, entre los actuales lugares de Outeiro y Morgade. Se levantó cuando Terra de Montes cobró independencia como comarca, ya que hasta entonces formaba parte de la mitra compostelana. La fortaleza centralizaba el control de la Iglesia sobre la zona. Se levantaba sobre una pequeña península rodeada por el río Presqueiras y el Castro, afluente del Lérez. Era vivienda de los jueces merinos, los servidores y los soldados-alguaciles. Como centro administrativo de la comarca, desde la fortaleza se impartía justicia, se cobraban los impuestos y se ofrecía defensa ante posibles invasores. Por esta razón, se considera que fue seña de identidad de Terra de Montes durante 400 años.
La fortaleza ardió a consecuencia de un incendio declarado en los montes del entorno en 1452 y, tras ser reconstruida por los arzobispos Alonso de Fonseca II y III, fue destruida de nuevo en 1468 por los Irmandiños, en la lucha de los campesinos contra el poder de la nobleza civil y religiosa, por sus habituales abusos en la época medieval. A pesar de su reconstrucción y restauraciones, solo mantuvo un estado aceptable hasta 1485. El progresivo deterioro y la ausencia de unas mínimas condiciones de habitabilidad y de seguridad hicieron que en adelante los jueces merinos se trasladasen a vivir a Soutelo, que desde entonces pasó a ser Soutelo de Montes.