Una vez constituido el nuevo Consello da Xunta comenzará la cascada de designaciones en el resto de cargos intermedios. Cada conselleiro deberá tomar decisiones, tanto los que repiten para ver si mantienen a quienes ya estaban a sus órdenes, como los nuevos, que tendrán que conformar sus equipos. Los ajustes en las consellerías, al margen de la creación de la nueva de Cultura, Lingua e Xuventude con López al frente, también generarán movimientos en esa tela de araña del organigrama autonómico.
Y en ese proceso queda saber qué ocurrirá con los tres representantes que Deza y Tabeirós tenían en la anterior Xunta. Después de sonar con cierta fuerza para ser conselleiro, todo apunta a que el estradense Valentín García continuará en el Ejecutivo gallego. José López quiere contar con él en su equipo, por lo que seguiría con unas competencias similares a las que ostentó en el ya extinto mandato, ahora en funciones como secretario xeral de Política Lingüística.
De A Estrada toca viajar a Lalín, con Antonio Crespo como actual jefe territorial de Medio Rural en la provincia pontevedresa. Todas las voces apuntan a su continuidad dada su dilatada trayectoria vinculada a esta consellería y su capacidad de trabajo, con una labor significativa en los últimos tiempos en los numerosos procesos de reestructuración parcelaria en marcha.
Por último, toca hablar de la también lalinense Cristina Pichel, la que lleva menos tiempo en su cargo, ahora en funciones, de directora xeral de Xuventude. Fue un fichaje de Román Rodríguez en diciembre del 2018. Su continuidad, la que parece estar más en el aire de los tres de la zona.