Medio Ambiente detecta 159 ataques a ganado en 22 municipios pontevedreses
19 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los ataques del lobo al ganado en los montes de la provincia pontevedresa sirven como indicio del ámbito de actuación de las manadas. Según el último informe de la Consellería de Medio Ambiente, se han producido incidentes en 22 municipios, figurando en el listado algunos por primera vez. Llaman la atención los registros de los lobos que habitan en la península de O Salnés y a los que, por primera vez, al menos en muchos años, se les atribuye un ataque a un equino en el rural de Sanxenxo.
El informe de Medio Ambiente revela que la zona de la provincia donde se producen más ataques es Deza y Tabeirós-Terra de Montes. En Lalín se contabilizaron 25 casos, en A Estrada, 19, en Dozón, 14, mientras fueron 12 en Cerdedo-Cotobade, 9 en Forcarei, 4 tanto en Silleda como en Agolada, así como 2 en Rodeiro. El único municipio sin animales muertos fue Vila de Cruces.
La mayoría de los animales afectados por los que sus dueños en Deza y Tabeirós-Terra de Montes recibieron ayudas de la Xunta fueron ovinos, con 59, mientras que fueron 21 ejemplares de bovino, completando la relación 8 equinos y tan solo uno de caprino. Las aportaciones autonómicas a los afectados supusieron 3.420 euros como la cifra más alta en las dos comarcas del norte provincial, en A Estrada, seguidos de los 3.221 en Forcarei, 1.738 en Cerdedo-Cotobade, 1.642 en Lalín, 1.092 en Dozón, 1.053 en Agolada y 920 euros tanto en Rodeiro como en Silleda.
En esta ocasión no figuran ataques en el interior de O Morrazo, comarca donde sí aparecieron en Moaña hace varios ejercicios. Desde el departamento autonómico señalaron que el ataque denunciado a un equino en Sanxenxo, finalmente, no supuso una compensación para su propietario porque desistió durante la tramitación del expediente. La Xunta abonó 21.757 euros a ganaderos afectados por estos animales en la provincia de Pontevedra.
Los datos de la Consellería de Medio Ambiente se corresponden con el período de vigencia de la última orden de ayudas, que se prolongó del 1 de octubre del
2022 al 30 de septiembre del 2023. En la actualidad, la Xunta no puede autorizar batidas contra el lobo porque a finales del 2021 entró en vigor la orden ministerial que elevó el nivel de protección de esta especie, al incluirla en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (Lespre) Los lobos quedan exentos de acciones cinegéticas para el control de su población que, por ejemplo, sí se pueden hacer con el jabalí. Esta es la razón de que en el informe de la Xunta no figura ninguna captura, al ser ilegal su caza. La inclusión del lobo en la lista Lespre cuenta con el rechazo de varias comunidades autónomas, entre las que se encuentra Galicia, que apuestan por un control especial en algunas zonas donde causen daños extraordinarios al ganado.
Preferencia por las ovejas
Los ataques de lobo al ganado en los montes pontevedreses se dirigen de forma preferente a las ovejas, o al menos es donde es más fácil determinar que sí se trata de muertes provocadas por el lobo. Así pues, en la provincia el desglose oficial de reses muertas por lobos es el siguiente: 91 casos de ovejas, 26 de caballos y potros, 24 de vacas y terneros, y 18 de cabras.
La presencia del lobo es casi inexistente en la costa. En el informe figura, además del único caso detectado en Sanxenxo, el de una oveja en Vilaboa, una cabra en Soutomaior y un equino en Poio. Los tres municipios tiene amplias zonas rurales lindando hacia el interior de sus respectivas comarcas y en los tres los propietarios afectados no pidieron acogerse a la ayuda de la Xunta, por lo que solo se contabilizaron los ataques.
En O Salnés, la actividad de los lobos tiene especial incidencia en Meis, con 20 reses muertas, Ribadumia, con seis, y por proximidad, además de Sanxenxo y Poio, se encuentran Portas, con nueve y Barro con diez. El grueso de los registros se refieren a ovejas. En Pontevedra se avisó de seis casos, dos equinos y cuatro cabras. Este municipio cuenta con extensas parroquias rurales que se orientan hacia zonas donde la actividad de los lobos es más frecuente, por lo que también es más fácil que se adentren en algún momento en sus límites. Así pues, en su entorno, en A Lama, se informó de siete casos; en Cerdedo-Cotobade de 12; en Ponte Caldelas, uno; y en Moraña, dos. Del sur provincial, la Xunta solo admitió cuatro cabras en As Neves, y un ternero en Covelo.
Registro de animales
El registro de incidencias con el ganado solo incluye las que los técnicos de la Xunta han podido certificar como causados por lobos. Los ganaderos, como los de la Serra do Suído (A Lama), se quejan cada año de que las pérdidas son mayores, pues en muchos casos no es posible encontrar restos del animal atacado o no se puede demostrar la relación inequívoca con este carnívoro, por lo que quedan sin cuantificar. La burocracia para cobrar las ayudas también disuade a ganaderos de declarar todas las piezas que les faltan y que, por las épocas en que ocurren los incidentes, achacan a la acción del lobo.