La «primada» de los Pernas en Pontevea celebró sus bodas de oro al estilo ibicenco

D. C. / M. G. A ESTRADA, SANTIAGO / LA VOZ

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La reunión familiar batió el récord de asistencia con 170 personas

21 ago 2024 . Actualizado a las 21:39 h.

Como cada tercer domingo de agosto desde hace cincuenta años la familia Pernas se reunió en Pontevea para celebrar una reunión familiar muy especial: la primada. Lo que comenzó como el típico encuentro para dejar de verse solo en bodas y entierros se fue dimensionando hasta el punto que hoy día es una fecha sagrada, una tradición inamovible en la que estrechar lazos y, por supuesto, divertirse.

Porque a fin de cuentas, la primada es una fiesta. Multitudinaria, eso sí, y con su propia liturgia. Todo empieza en la casa familiar, Casa Pernas, punto para el reencuentro con una sesión vermú y donde grabaron un vídeo para inmortalizar este momento histórico. Al 50 aniversario acudieron ni más ni menos que 170 primos. Nunca tantos Pernas se reunieron a orillas del Ulla. «Batemos o récord xa que sempre reuniamos sobre uns 120, pero esta vez non o quixeron perder», afirma Mari Carmen Pernas, una de las organizadoras de esta edición especial.

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Para participar en este reencuentro anual llegaron incluso desde el extranjero, como un matrimonio procedente de Canadá, además de desde distintos puntos de España, como Mallorca, Madrid y Murcia. Junto a ellos los que residen en Galicia, con Teo y A Estrada como grandes referentes. Pero no llegaron de cualquier manera, recuerden que esto es la primada y tiene sus propias normas.

La premisa de esta edición fue ir completamente de blanco, al estilo ibicenco. Cada reencuentro tiene una temática, por ejemplo, el año pasado los organizadores ambientaron la celebración en el año 1937, cuando en Pontevea se empezó a celebrar la feria de ganado. No faltaron ese día mujeres con cestas en la cabeza, tratantes y, obviamente, las reses. Además, este año elaboraron un gran árbol genealógico de la familia Pernas, con fotos incluidas, que se podía apreciar en una gran lona.

Después, la fiesta se traslada hasta la carballeira de A Burga, donde se desarrolla la mayor parte del evento. Un lugar ideal en el que compartieron churrasco, pulpo, bica y queso con membrillo. Ni que decir tiene que el menú es inamovible.

Organizadores y bautizos

La responsabilidad de organizar la primada no recae siempre en los mismos. Cada año se nombra a tres primos, uno de cada casa de la primera generación, para orquestar el encuentro. Este año la comisión de fiestas estuvo formada por Manolo, Isaura, Enrique, Maribel, Mari Carmen, Manolo, Pili, Marisú, Margarita, Paco, Mari Carmen y Pepe.

La primada es una fiesta selecta por varias razones. Una, evidentemente, son los lazos familiares. Si no eres Pernas, no puedes participar. Pero también está limitada a los mayores de 14 años. Una vez alcanzan esa edad se abren las puertas de la primada para ellos, previo bautismo con vino tinto, como mandan los cánones.

No paró ni en pandemia

La tradición no se quebró con la pandemia. A través de videollamadas y recogiendo el churrasco y el pulpo por encargo, los Pernas no fallaron a su cita familiar. Pero, ¿cuál es el secreto para mantener durante 50 años la primada? «Porque sempre fomos bastante unidos e seguimos sendo», responde sin dudar Mari Carmen, que no faltó a ninguna de las celebraciones, «e aínda hai máis coma min que asistiron sempre».

A veces, problemas de salud, trabajos o viajes impiden participar en el recuentro. Este año explica que, por ejemplo, uno de los asistentes habituales que es piloto no podrá estar porque no consiguió cambiar el turno de trabajo. Recuerda que cuando comenzó a gestarse este encuentro ya eran 47 primos hermanos por parte de su padre. Así que a lo largo de los años se han ido añadiendo nuevas generaciones. «Hai fillos e netos deses primos e as súas parellas», afirma. Este domingo explica que se dieron cita desde jóvenes de 13-14 años hasta personas que superan las ocho décadas.