O Quinteiro cumple diez años apostando por la comida casera tradicional
21 nov 2024 . Actualizado a las 18:02 h.La historia del restaurante estradense O Quinteiro es la de María Consuelo Sánchez Eyo, una emprendedora estradense que no le tiene miedo a los cambios de rumbo ni a las horas extra.
Chelo, como la conocen sus clientes y amigos, creció en el negocio familiar, que no era de restauración sino de moda, pero que ya apostaba por el rural como medio de vida. En el mismo local de Souto de Vea (A Estrada) donde ahora huele a cocido, a croca y a raxo sus padres regentaron hace años un negocio de ropa y calzado. «Era o Corte Inglés da época», cuenta orgullosa Chelo. «Desde que eu tiña 13 anos meus pais xa tiñan roupa e calzado e despois foron diversificando. No 83 empezaron con droguería. Vendían un pouco de todo. Era unha especie de Corte Inglés rural porque outro non había daquela», explica la empresaria.
Para Chelo la hostelería no fue la primera opción laboral. Ni mucho menos. «Primeiro dediqueime ao mundo da moda, como fixeran meus pais. Abrín na Estrada a tenda de moda Saey e tamén facía mercados. Pero coa crise do 2007-2008 deixei a tenda», explica. La estradense cambió de tercio radicalmente y empezó a trabajar en la factoría de Citroën en Vigo. «Botei cinco anos facendo coches», explica. Su siguiente eslabón profesional fue la empresa de aluminios Cortizo, desde la que Chelo saltó al mundo agrícola. «Sempre me gustara moito a terra e fixen unha plantación de xudías», explica. Esa fue la última experiencia de la estradense antes de dar el paso al mundo de la hostelería. Fue un paso muy medido. Chelo tenía entonces 45 años y decidió aprovechar el «quinteiro» de la casa familiar como taberna. En la zona la palabra quinteiro se utiliza para hacer referencia a una especie de galpón o alpendre donde se guardaban antaño el ganado o los aperos de labranza. Chelo, que tenía una casa de aldea con muchas posibilidades, decidió destinar el quinteiro a taberna para probar suerte en el lugar que ya había sido carpintería de su abuelo materno y tienda de su padre. «Empecei eu soa con catro mesas, para ver como ía», explica. El negocio no pudo ir mejor. Hoy es el medio de vida de Chelo y de su marido, Guillermo Rodríguez, que enseguida se sumó al equipo, y tiene además cinco trabajadores en plantilla. «Pasamos de ter catro mesas a ter capacidade para 200 persoas», explica la hostelera, que con la ayuda de los suyos se encargó de acondicionar el local, colocando como decoración las antiguas herramientas de carpintero de su abuelo.
La taberna es hoy un restaurante de dos tenedores con varios salones, una terraza acogedora y práctica en la organización de bodas y todo tipo de eventos.
El secreto del éxito de O Quinteiro está en la cocina casera. «A nosa especialidade é a cociña tradicional galega», explica Chelo Sánchez. Los cocidos, la croca, el pulpo, los chipirones y el raxo ao Quinteiro son las estrellas de la cocina. En enero, además, el restaurante ofrece lamprea.
Para festejar sus diez años de vida, O Quinteiro ha programado para mañana una cena baile especial. El programa incluye monólogo cómico del Padre Xiao, música con el grupo Aires de Broña y sorteos entre los clientes de almuerzos en el restaurante, un fin de semana de Spa en A Toxa y varios vinos.