El Restaurante Asturiano y el Cabanas aparecen mencionados en la publicación
30 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Guía Michelin es la enciclopedia gastronómica de referencia. Estar entre sus páginas es sinónimo de calidad, formando parte de un selecto grupo entre las mejores cocinas del planeta. Más allá de las Estrellas, la publicación recomienda en un listado cuáles son los restaurantes que merece la pena visitar. Entre ellos hay 64 con sede en Galicia y dos se encuentran en Lalín: el Restaurante Cabanas y el Restaurante Asturiano.
Su presencia en la Guía supone un impulso a los fogones dezanos, ensalzando su materia prima y la relación calidad-precio. El Cabanas, meca del cocido de Lalín, vuelve a hacerse un hueco entre los más grandes, siendo mencionado en la publicación por vigésimo segundo año consecutivo. Casi nada. Inscrita en el apartado de concina tradicional, la Guía Michelin describe así los encantos del negocio lalinense: «Un gran ambiente familiar, entrega, pasión,… y una cocina tradicional actualizada que se enriquece con platos de temporada y de caza. ¡Pruebe el famoso Cocido gallego de Lalín!».
El otro agraciado por su trabajo es el Restaurante Asturiano, que lo celebra rozando ya su 50 aniversario. Otro templo de la gastronomía dezana, pero que tiene al pescado y marisco como protagonistas de excepción. El establecimiento no es ajeno a este tipo de referencias, acumulando en su larga trayectoria varios éxitos culinarios. «Un negocio familiar que destaca por la bondad de sus pescados y mariscos, comprados en la lonja y cocinados de manera tradicional. ¡Pruebe la Caldeirada de pescado a la sidra!», animan al insaciable lector desde la firma francesa.
Elogio a los locales de los chefs dezanos Marco Varela y Marta Fernández
La cocina dezana está en un momento dulce, ello se demuestra con los éxitos que atesoran los chefs locales embarcados en misiones culinarias en otras partes de Galicia. La Guía Michelin recomienda hacer parada en O Balado (Boqueixón), dirigido a la limón por Roberto Filgueira y la silledense Marta Fernández. Un restaurante que recibió la estrella verde a las prácticas sostenibles en el 2020 y entre los «Bib Gourmand» por su relación calidad-precio. Además, la publicación menciona al Sábrego Restaurante de Ribadavia, donde trabaja el lalinense Marco Varela.
Carlota Iglesias, del restaurane Cabanas: «traballamos pensando en gañar estrelas»
Aunque lleven más de veinte años apareciendo entre las páginas de la principal publicación gastronómica del mundo, los miembros del Restaurante Cabanas mantienen intacta la ilusión y las ganas de progresar. «Fainos moita ilusión porque é un recoñecemento ao traballo. Manterse aí significa que o estamos a facer ben», señala Carlota Iglesias. «Nós fomos os primeiros de Lalín en estar na Guía Michelin. É algo que non é nada fácil porque tes que manter sempre unha calidade continuada, aquí sempre hai unha esixencia superior e iso é o máis complicado», asegura.
No cabe duda de que el Cabanas es un emblema de la gastronomía lalinense, siendo un establecimiento de obligada peregrinación si se quiere probar un auténtico cocido de Lalín con la máxima calidad. En su extenso currículo de éxitos y reconocimientos falta poco más que la Estrella Michelin. Un galardón que sin duda supondría una inmensa alegría, pero que no les quita el sueño. «Non pensamos na estrela. Imos seguir traballando para cada vez dar mellor servizo ao cliente. Se é froito do traballo, xenial, pero non traballamos focalizados en gañar Estrelas Michelin nin moito menos. Ese non é o noso obxectivo», sostiene Carlota.
José Buján, de Restaurante Asturiano: «A min nunca se me deu o cocido»
Hace una semana José Buján recogía en la Xuntanza de la Asociación de Empresarios de Deza (AED) el reconocimiento dedicado a la hostelería local como responsable del Restaurante Asturiano, el hogar del pescado y el marisco en Lalín. En su discurso de entrega del galardón aseguraba que había enseñado a comer este manjar a los dezanos, acostumbrados a festines más carnívoros Una semana después puede hojear la Guía Michelín y encontrar el proyecto de toda una vida, que cumple ni más ni menos que 50 años en el 2025.
«En Lalín non distinguían os peixes, todo era sota, cabalo e rei. Moitas veces a xente pensaba que as nécoras eran ras», señala entre risas. Sobre cómo pudo prosperar un restaurante dedicado al pescado en el hogar del cocido, la respuesta es fácil: producto, producto y producto. «Mantémonos porque hai pezas de categoría. Hoxe temos un boi e unha centola de 3 quilos e medio», asegura. «A carne de porco é máis ou menos toda igual, pero se vou comprar unhas centolas teñen que estar cheas de caldo para comer, non de auga. Diso hai que saber, e eu grazas a Deus seino porque con 15 anos xa estaba traballando nun restaurante asturiano na Coruña», asegura.
«A min nunca se me deu o cocido. Iso faino calquera, pero o que nós temos non», concluye.