Acusa a su jefe de agresión sexual: «Me agarró, me arrastró y empezó a meterme mano»
DEZA
Tres años de prisión es la pena que inicialmente solicitaba la Fiscalía de Pontevedra para un acusado de agredir sexualmente a una subordinada en la cámara frigorífica de un supermercado de Vilagarcía, episodio que habría tenido lugar el 26 de agosto del 2013.
Durante su comparecencia, la víctima, que reconoció que hasta el día de los hechos mantuvo una relación normal con el acusado, aseguró que, en un primer momento, «me agarró, me arrastró y empezó a meterme mano, pero escapé». Sin embargo, y siempre según su versión, el encausado la siguió hasta alcanzarla: «Me puso las manos en el pecho y también por debajo del pantalón. Le dije que me soltase, que me estaba haciendo daño».
Por su parte, el acusado negó estos hechos precisando que accedió a la cámara frigorífica debido a una alerta sanitaria para retirar unos productos por caducidad. Añadió que, en un momento dado, tuvo que ponerle las manos en la espalda dado la estrechez de este espacio.
Durante la jornada comparecieron varias compañeras de la víctima, quienes pusieron en duda su versión de lo ocurrido. «Le gustaba muchísimo llamar la atención, ser el centro de la atención», aseguró una de estas trabajadoras aludiendo a que en el pasado, supuestamente, les habría mentido al asegurarles que tenía cáncer de pecho, gripe A o que su marido le pegaba.
Por otra parte y sin dejar las cuestiones vinculadas a la violencia machista, ayer hubo concentración y minuto de silencio en la Subdelegación del Gobierno en repulsa por el crimen ocurrido el fin de semana en Pasaia (Gipúzcoa).