La investigación busca descartar la enfermedad con un análisis de sangre
07 ene 2025 . Actualizado a las 19:16 h.El centro de salud de A Estrada volverá a ser epicentro de un nuevo estudio de investigación impulsado por el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Esta vez lo que se busca es avanzar en el diagnóstico temprano del deterioro cognitivo leve y la enfermedad de alzhéimer.
En el estudio participarán 117 pacientes con sospecha de deterioro cognitivo leve reclutados tanto en el centro de salud de A Estrada como en las consultas hospitalarias de Neurología. Serán personas menores de 70 años con fallos de memoria. Se excluyen los menores de edad, los pacientes que ya tienen demencia confirmada o las personas con una lesión estructural cerebral previa por traumatismo craneoencefálico grave, ictus o tumores.
Si todo va bien, el estudio comenzará este mismo mes. Mañana está previsto perfilar los últimos detalles y después se le ofrecerá al personal de enfermería formación específica para la toma de un tipo de muestras concretas. El centro de salud cuenta con todos los permisos de la gerencia y el comité de ética, ya que el estudio se llevará a cabo con estrictas normativas éticas.
Los pacientes seleccionados para llevar a cabo la investigación serán sometidos a un test Moca (Montreal Cognitive Assessment), un análisis general de sangre y otro análisis de sangre específico de cuatro biomarcadores. Todas las pruebas se realizarán en el centro de salud local el mismo día, para evitar sucesivos desplazamientos a los pacientes que participan en el estudio.
El test Moca se usa para evaluar las disfunciones cognitivas leves. Por su parte, el análisis de biomarcadores mide el daño neuronal, la inflamación neuronal, el nivel de tau (una proteína presente en las personas con alzhéimer) y los depósitos de sustancias aminoides.
Los resultados de estos análisis se cotejarán con pruebas de imagen (una resonancia magnética y un PET o tomografía por emisión de positrones) que se realizarán dos veces: la primera un año después de la toma de muestras y la segunda dos años después.
El estudio busca conocer la fiabilidad de los análisis de sangre para descartar el alzhéimer en pacientes con sospecha clínica. O, más técnicamente, demostrar si en pacientes con sospecha de deterioro cognitivo los rangos normales en suero de los biomarcadores excluyen ese diagnóstico. Dicho de otro modo, lo que se pretende es validar el uso de biomarcadores séricos —como la proteína tau fosforilada (p-tau217), neurofilamentos ligeros (NfL) y otros— para confirmar o descartar el alzhéimer.
El proyecto está liderado por el doctor José María Prieto González y un equipo multidisciplinar y sus resultados pueden tener una importancia decisiva. Si se demuestra que los niveles normales de determinados biomarcadores —que pueden obtenerse con un análisis de sangre— sirven para descartar el alzhéimer, se reducirá la necesidad de pruebas invasivas como la punción lumbar o la tomografía por emisión de positrones (PET). Esto permitiría además ahorrar costes a la sanidad pública y reducir las listas de espera.
Un sistema pionero en todo el estado
En caso de sospecha de algún tipo de demencia, el paciente acude a su médico de familia y este lo somete a una serie de test para objetivar que la memoria falla y tratar de encauzar un diagnóstico. Aunque el alzhéimer es el tipo de demencia más frecuente, existen otros tipos de demencia, como la frontotemporal o la ligada al párkinson, por ejemplo. Los análisis de sangre que se implantarán de forma experimental en A Estrada no se usarán para diagnosticar alzhéimer, pero sí para descartarlo. Esta forma de trabajar será pionera en el estado y permitirá reducir el número de pacientes derivados a otras pruebas de confirmación, como el estudio de la imagen cerebral o la medición de marcadores en líquido cefalorraquídeo, más invasiva.