Un Estradense acuciado por las bajas visita a la Sarriana en un duelo clave por el ascenso
DEZA
En el ecuador de la temporada el Estradense afronta un desplazamiento de máxima importancia. Si bien queda mucha liga por delante (22 jornadas), la entidad del rival, el momento y la situación clasificatoria hacen que el partido de esta tarde ante la Sarriana (17.30 horas, A Ribela) pueda marcar un punto de inflexión en la lucha por el ascenso.
El Estradense es cuarto con 41 puntos, bien asentado en los puestos de fase de ascenso. El Arousa, que ocupa la última plaza del play off, le ha recortado cinco puntos en las dos últimas jornadas y se sitúa a dos. El perseguidor principal es el Noia, que tiene la promoción a seis y el Estradense a ocho. Un margen considerable que permite a los rojillos seguir mirando hacia delante. Allí está su rival de esta tarde, la Sarriana, que posee 44 puntos. A cuatro está el Vilalbés, que es segundo, y el ascenso directo, que ahora retiene la UD Ourense, está a seis puntos.
Una victoria ante los lucenses los mantendría en el candelero, aunque lo más importante está relacionado con poner punto y final a una racha negativa de resultados. El rival está en un gran momento de forma y con el ascenso entre ceja y ceja.
«Tienen un equipazo, firmaron muy bien y tienen 7 jugadores de mucho nivel. Además también cuentan con recambios para todo. Mantuvieron la base y sumaron jugadores como Santi Gegunde», explica Manuti. El entrenador elogió el estilo de juego de la Sarriana. «Es junto al nuestro el único equipos que quiere proponer y jugar».
Incógnitas
A la hora de analizar a los suyos reconoce que están «bien de moral», pero las lesiones les están aguando la fiesta. «Estamos teniendo demasiadas bajas. Es algo que ahora se ha acentuado pero que lo hemos padecido toda la temporada», afirma. Para este partido no estarán Elías, Brais Calvo y Ángel, pero son duda Brais Vidal, Víctor Gamarra, Jaichenko y Coke. «Cosas que pasan, iremos a competir con mentalidad positiva y con ganas de dar un golpe encima de la mesa», concluyó.