En tiempos difíciles hay quien se preocupa de sí mismo y hay quien muestra su lado solidario y se pone a disposición de los que más lo necesitan. Es lo que ha hecho estos días Carolina Rivadulla Matalobos, una joven estradense de 17 años que vive en la calle Justo Martínez. Carolina, que cursa segundo de Bachillerato, está como todos los españoles confinada en casa. En una conversación con su hermano, que reside en Pontevedra, comentaron la difícil situación de las personas mayores que viven solas y a las que los médicos recomiendan no salir de casa estos días ni para hacer la compra.
Consciente de que en su propio edificio puede haber gente en esta situación, Carolina cogió papel y rotulador y colgó un cartel en el ascensor ofreciéndose para hacerle la compra a quien lo necesite. «Yo voy a hacer la compara para mi familia y no me cuesta nada hacerlo de paso para quien lo necesite», comenta. Por el momento, nadie ha reclamado sus servicios. «Supongo que por ahora tendrán reservas, pero yo lo estoy a disposición de quien lo necesite», dice. «A algunos amigos se lo he contado y han hecho lo mismo», dice.