El tanatorio de Albia en el centro de A Estrada cierra tras 27 años de servicio

A ESTRADA

Santa Lucía ofrece a sus asegurados velatorios en el tanatorio San Pelayo
10 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Tanatorio Estradense Albia, situado en la Avenida de América, en pleno casco urbano de A Estrada, ha echado el cierre con el arranque del nuevo año. Según confirmaron ayer fuentes del grupo Albia, el tanatorio está cerrado desde el día 1 de enero. Desde la empresa indican que está «temporalmente cerrado», aunque no aclaran si podría reabrir en el futuro, bien sea en el mismo emplazamiento o en otro. Según dicen, por el momento solo se ha decidido cerrar. Desde Albia aseguran que no está ni descartada ni aprobada ninguna de las posibilidades: reformar las instalaciones de la Avenida de América, apostar por otro local, construir un nuevo edificio o simplemente prescindir de un tanatorio propio en A Estrada.
Desde la firma subrayan que el cierre del Tanatorio Estradense Albia no afectará en absoluto a los asegurados estradenses de Santa Lucía, un asunto que está generando bastante inquietud desde que comenzaron los rumores de cierre hace unos días. La empresa de servicios funerarios Albia y la aseguradora Santa Lucía forman parte del mismo grupo, por lo que, a las personas con seguros de decesos contratados en Santa Lucía se les ofrecía el tanatorio Albia como opción prioritaria. No obstante, ya antes del cierre, a las personas que lo preferían se les daba la oportunidad de elegir sin coste adicional el tanatorio estradense San Pelayo, situado en el número 53 de Figueiroa de Arriba, en la salida de A Estrada hacia Santiago.
Desde el 1 de enero, todos los asegurados de Santa Lucía podrán hacer uso de las instalaciones del tanatorio San Pelayo, ya que su aseguradora alquila puntualmente las salas que precisa, manteniendo el personal propio para la atención al cliente. Para los asegurados, el cambio no supone ningún coste a mayores.
Las razones por las que el grupo Albia ha decidido prescindir de su tanatorio en el centro son varias. Por una parte, según ha trascendido, el grupo no contaría con estas instalaciones en propiedad. Al entrar en Galicia, Albia adquirió otros tanatorios, pero no el estradense, que está en un edificio que sigue siendo propiedad de Alfonso Iglesias —el anterior dueño de la empresa— y por el que debe abonar un alquiler. Por otra, las instalaciones del tanatorio empezaban a quedarse obsoletas y algunos clientes de la aseguradora Santa Lucía, por este motivo o por la comodidad que ofrece para aparcar, ya estaban eligiendo los velatorios en el tanatorio San Pelayo. Por estas razones, el céntrico tanatorio estaba siendo poco rentable.
La funeraria San Pelayo mejora sus instalaciones y las amplía con una quinta sala de velatorio
Con el cierre del Tanatorio Estradense Albia, el tanatorio San Pelayo es el único que queda en activo en A Estrada. Fue el primero en abrir en A Estrada y el quinto de Galicia. Se inauguró en enero de 1995, cuando en Galicia todavía solo había tanatorios en Vigo, A Coruña, Ferrol y Vilagarcía. Es propiedad de una empresa familiar de la que son socios José Luis Castro y Divina Longo y que ha sabido ir ganando terreno con paso firme. En la actualidad cuenta con cientos de asegurados en toda la comarca y su entorno y tiene, además del tanatorio de A Estrada, uno en Cuntis (inaugurado en 1999) y otro en Forcarei (abierto en el 2006). A mayores gestiona dos salas de velatorios vecinales en San Pedro de Sarandón (Vedra) y Couso (Campo Lameiro).
San Pelayo está en pleno proceso de mejora de las instalaciones de su tanatorio de A Estrada. Ha colocado tarima en las salas, está ampliando espacios con la construcción de la que será la quinta sala de velatorios y tiene prevista una renovación total de su imagen que incluye el repintado de todo el edificio.
El Tanatorio Estradense Albia, por su parte, había abierto sus puertas en el primavera del año 1996 con dos salas para velatorios y un sótano habilitado como espacio de aparcamiento y zona de recepción de cadáveres. No tenía cafetería, ya que, al estar en el centro, ese servicio lo garantizaban los negocios del entorno.