Las barberías triunfan en la zona: «É unha moda que non vai ser pasaxeira, os homes cóidanse moito máis que antes»

David Cofán Mazás
David Cofán A ESTRADA, LALÍN / LA VOZ

A ESTRADA

miguel souto

En los últimos años se han multiplicado las peluquerías para público masculino

10 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pirulís rojos, blancos y azules que anuncian las barberías son cada vez más habituales en la zona. Peluquerías para hombres que conservan el aspecto clásico de las barberías de toda la vida, pero con una estética más moderna, adaptada a las modas urbanas. Los degradados y el cuidado de las barbas son las especialidades de estos negocios regentados por gente joven, que emprende por primera vez en un sector al alza, con mucha relevancia en las grandes ciudades y que ahora empiezan a ser habituales en localidades medianas como A Estrada y Lalín.

Este bum de las barberías va de la mano de una nueva masculinidad que deja atrás (afortunadamente) absurdos tópicos que tildan de afeminados a los hombres que cuidan su aspecto. «Dende fai uns cantos anos os homes preparámonos moito máis. Coidase máis a imaxe, antes levar barba era sinónimo de descoidado e agora lévase e gusta coidala ben. A barbería é unha moda que non vai ser pasaxeira, cambiou moito o concepto e modernizouse», explican Pedro Villamayor y Álex Rivadulla, de la peluquería Carlos Conde de A Estrada.

Al barbero cada semana

Estos dos primos, herederos de una saga de barberos pioneros en la localidad, trabajan desde hace años en este local de las Galerías 2000, en pleno centro de A Estrada. En abril darán un paso más y emprenderán su propia barbería, Rivis Barber, ubicada en el mismo espacio, solo que ampliado y reformado. «Queremos algo máis moderno, non nos podemos estancar. É necesario amplialo porque cada vez vén máis xente», explica Pedro. Y no miente, en el transcurso de la conversación, aprovechando un breve receso, ya son dos los clientes que esperan a ser atendidos.

Uno es un chico de 18 años que ejemplifica perfectamente la importancia del cuidado de la imagen para las nuevas generaciones, acudiendo cada dos semanas para mantener su corte perfecto. «Os mozos cóidanse moito máis que antes, temos xente que vén cada venres a repasar o pelo. Fai anos os rapaces iamos á perruquería cando nolo dicía a nosa nai ou cada dous meses», aseguran los jóvenes estilistas.

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Un oficio que funciona

Juan Cao, que a con 23 años inició en abril del año pasado su aventura profesional al frente de Barber Cao, en la calle Castelao de A Estrada, coincide con sus colegas de profesión. «Este negocio evolucionó muchísimo, ahora los hombres cuidan su imagen tanto como las mujeres. Viene mucha gente joven, incluso algún cliente cada 15 días a darse un retoque», afirma.

Considera que es el momento oportuno para montar una barbería, aunque advierte de que es un oficio que debe gustar. «El tema de la barbería está muy arriba. Muchos jóvenes nos dedicamos a esto porque es un oficio que funciona, eso sí, tiene que gustar y solo se gana dinero si haces bien el trabajo», reflexiona.

El gusto por la barbería no le vino de cuna, con los años se fue aficionando y empezó a practicar en casa con sus amigos como modelos. «De pequeño no me llamaba demasiado este mundillo, pero poco a poco me fue gustando. Arreglaba la barba a mis amigos en casa», recuerda. Cuando tuvo claro que quería dedicarse a ser barbero empezó a formarse, primero estudiando en una academia y después haciendo cursos por su cuenta hasta que le llegó la oportunidad de emprender.

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«Abrín o negocio porque en Lalín non había, a xente ía cortar o pelo a Santiago ou ata Ourense»

En el número 11 de la calle Pintor Laxeiro de Lalín se encuentra desde hace una semana la Luis Cuíña Barber Shop. Una barbería que viene a llenar el vacío que había en la capital dezana en cuanto a este nuevo concepto estético para hombres. Con 23 años no dudó en emprender una aventura profesional que empezó a dar sus frutos rápidamente. «Veñen tanto nenos, que teñen o seu cochiño propio —refiriéndose al asiento motorizado frente al espejo—, como adultos ou señores maiores», afirma.

En poco tiempo la agenda se ha quedado sin espacio, demostrando su tesis de que en Lalín también hacía falta una barbería como la suya. «Vin que había negocio porque non hai máis barberías modernas, deste estilo, en Lalín. A xente ía cortar o pelo a Santiago ou a Ourense, ou ben ás perruquerías unisex», comenta.

Tatuajes y productos

Además de hombres en busca de degradados y con ganas de poner su barba en perfectas condiciones, el local cuenta con un espacio para tatuarse que ayuda a atraer a más clientela. Por otra parte, Luis no solo te dejan niquelado en su barbería, sino que vende productos para cuidar tu pelo o barba como pomadas y lociones.

Este es el primer negocio que emprende. Para ello ha pasado un tiempo formándose en Ourense y Vigo, poniendo a prueba sus conocimientos en casa cortándole el pelo a sus amigos. «Non traballei antes en ningunha perruquería, empecei na casa cortando o pelo aos amigos. Despois tiña esa ilusión de formarme e empezar a traballar», confiesa.

Luis Cuíña, quien asegura que siempre le apasionó el mundo de la peluquería, coincide con sus compañeros de profesión que el concepto de imagen masculina ha cambiado, y que son cada vez más los que apuestan por mantener su imagen bien cuidada al detalle.

En estos primeros compases afirma que hay una gran variedad de propuestas, pero reconoce que están triunfando los mullet o el taper fade.