
El certamen estradense esconde un árbol de canela convertido en mesa, un mueble fabricado con un castaño de 350 años o una mesa de 700 kilos
20 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Feira do Moble abrió sus puertas este jueves con una jornada de entrada libre en la que los asistentes pudieron ir descubriendo en su ruta algunas propuestas curiosas en mobiliario y decoración.
Nada más empezar el recorrido por el recinto ferial, a la derecha, la firma portuguesa Assentimóvel ofrece la primera sorpresa: una mesa con tapa de cristal que deja a la vista un enorme tronco de árbol hueco. Según explican los vendedores, se trata de un árbol de la canela de proporciones respetables. A esta firma de Santarém que acude por primera vez a la cita estradense le gusta la gran escala. En su stand llaman la atención otras dos mesas para dar de comer a una familia bien numerosa. Las dos son de madera de roble y, pese a sus enormes dimensiones, cuentan con una tapa construida con un grueso tablón de una sola pieza. Una de ellas mide cuatro metros y pesa 700 kilos. La otra, de madera de roble más oscura, da para sentar a 22 personas y está fabricada con un carballo de 350 años. Un tocón sirve de apoyo en uno de los lados de la mesa mientras que en el otro hace contraste una estructura metálica.
Siguiendo el recorrido salta a la vista una curiosa «mesa de fuego», una especie de asador portátil con versiones de parrilla y plancha que lleva incorporado un espacio para la leña y una repisa para colocar platos o bandejas. Con ella, la parrillada puede improvisarse en cualquier lugar.
Los nostálgicos también tienen con qué emocionarse en la feria: la firma Artest presenta una artesa gallega como las de antes, aunque ahora el cliente las compra como mesa, aparador o con fines meramente decorativos.
Artest, además de su habitual colección de colchones y sofás, ofrece esta vez mesas de hasta cinco metros de largo y 1,10 de ancho en madera maciza de castaño fabricadas en A Estrada. «En Galicia e Asturias este tipo de mesas grandes véndese moito», asegura el empresario.
Para viviendas más modestas también hay sorpresas agradables en la feria. Como las ofertas de Frigohogar, que anuncia con grandes carteles cocinas desde 700 euros, sofás desde 200 y canapés desde 160.
Y si uno no tiene el día —o el bolsillo— para muebles, la feria ofrece otros reclamos: desde artículos de Tupperware hasta antigüedades y cosas curiosas para dar calor al hogar.
De la apuesta por la formación a la reflexión de futuro
En la inauguración de la Feira do Moble intervinieron ayer el director xeral de Comercio e Consumo, Gabriel Alén Castro; el alcalde de A Estrada, Gonzalo Louzao, y la diputada de la Deputación de Pontevedra Isabel Couselo. También estuvieron presentes el director xeral de Planificación e Ordeación Forestal, José Luis Chan, y el director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Alimentarias, Silvestre José Balseiros, así como representantes de la Cámara de Comercio, ediles del grupo de gobierno estradense y otras autoridades. Louzao subrayó la estrategia de invertir en formación para que A Estrada siga siendo capital del mueble gallego y el director xeral de Comercio habló de la necesidad de reformular los recintos feriales para mantener sus usos y darle otros más sociales.