















La localidad se engalanó para una cita histórica que congregó a centenares de aficionados
28 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A Estrada despertó de su letargo con O Gran Camiño. La vuelta ciclista a Galicia llevó el deporte de máximo nivel al concello y el público respondió con entusiasmo. Los cortes en el tráfico y el lío inicial para desplazarse por el casco urbano se fueron disipando a medida que el gran circo se adentraba en la localidad.
En los días previos a la carrera apenas se hablaba de lo deportivo. El incordio de las restricciones a la circulación y el aparcamiento hacían fruncir el ceño a los vecinos. Sin embargo, al término de la etapa quedó claro que A Estrada necesitaba una cita así. El bullicio de los operarios montando los diferentes escenarios para la retransmisión de la carrera desde primera hora de la mañana rompía la monotonía de la villa. Poco a poco, el entusiasmo se abría paso a medida que el casco urbano se transformaba por igual en un circuito y en un plató de televisión.
El tiempo también ayudó, con sol y una temperatura agradable justo hasta que Magnus Cort cruzó la meta de Calvo Sotelo. En ese momento el frío y una tímida lluvia hicieron acto de presencia, pero ya daba igual, porque los estradenses, satisfechos, agradecían haber vivido en primera persona este espectáculo deportivo. Durante el primer paso por el casco urbano había más gente en los balcones que en la calle, pero con todo reinaba un gran ambiente. Ese ánimo hizo que desde la Farola a la Porta do Sol la gente se agolpase ante las vallas para la segunda pasada del pelotón.
Final por todo lo alto
Hasta los más escépticos se asomaron para no perderse la llegada a meta. Para hacer más llevadera la espera, varias pantallas gigantes retransmitían en directo lo que ocurría en los bellos parajes del concello. Algunos señalaban lugares que les resultaban familiares, otros hasta se sorprendían de lo bonita que lucía A Estrada a vista de pájaro. El embelesamiento terminó abruptamente con el ruido en la lejanía de las palmas golpeando las vallas, así como de los hinchables verdes que repartió la organización como aplaudidores.
Fue un visto y no visto. Un rayo noruego atravesó el corazón de A Estrada. Detrás los perseguidores y un enorme pelotón. Un paso electrizante que terminó con una merecida ovación de los asistentes, más que satisfechos por lo que acababan de presenciar. Así terminó una tarde diferente, que a pesar de las incomodidades, demostró que A Estrada tiene ganas de marcha.
Los ramos de Magnus Cort al público estradense
El espectáculo de O Gran Camiño prosiguió en el podio. Magnus Cort Nielsen, el gran vencedor de la etapa, dedicó al público estradense la victoria lanzando los ramos que le iban entregando como ganador de la carrera y líder de la competición. Muchos aprovecharon para sacarse fotos con las estrellas del ciclismo que acudieron a A Estrada: Óscar Pereiro, Álex Marque, Álvaro Pino y, entre los más deseados, el gran Alberto Contador.