
Odaiko toma la decisión por la falta de respeto al colectivo por parte del regidor y deja al Concello sin todas las citas musicales
17 jun 2020 . Actualizado a las 21:34 h.Después de una década Odaiko decidió dejar Agolada y lo hace llevándose el Merza Percusión, tanto el festival como el campamento musical, de este municipio y regresando a Merza, en Vila de Cruces. Una decisión que, apunta Juan Collazo, responsable de Odaiko, se gestó ya hace tiempo aunque fue ahora cuando el colectivo dio el paso definitivo. A favor de Agolada estaba, señala, «a xente que nos seguía» y el cariño que siempre tuvieron de músicos y vecinos con incondicionales como «Naviceiro, que aos seus 90 anos, seguía todas as nosas actividades incondicionalmente» y el calor que les brindaron cada verano. La principal razón de dejar Agolada fueron los desencuentros con los responsables municipales. Collazo apunta la falta de respeto hacia su colectivo y las acusaciones del regidor, que les achacó destrozos. Collazo defiende que «non causamos ningún estrago nin o ano pasado nin ningún dos dez anos que estivemos na Agolada». Señala que las relaciones con el alcalde fueron muy negativas y apunta que «insultóunos decindo que facíamos mal uso das instalacións, botounos de edificios e pechounos portas». Este no es «un non definitivo a Agolada», dejan la puerta abierta para el futuro pero aseguran que «agora non nos sentimos cómodos».
Odaiko se encargaba de la gestión también del campamento musical de bandas desde la Federación de Bandas y del curso de música barroca. Ninguna de estas iniciativas se celebrarán este año tampoco en Agolada a causa del covid-19 y es posible que tampoco regresen más, lo que dejará al municipio más musical en estío de la zona en silencio.
Campamento y actuaciones en espacios singulares al aire libre
Después de que la Xunta haya elaborado un protocolo y decidieran mantener los campamentos, Odaiko mantendrá la celebración del suyo, esta vez en Cruces y la semana que viene tiene previsto abrir el plazo de inscripción. El campamento tendrá como base el colegio cruceño. La organización ya cuenta con el permiso para ocuparlo. Al mismo tiempo la agrupación tiene ya casi cerrado el programa del festival. El área de A Carixa será uno de los enclaves de las actividades y los conciertos se celebrarán en escenarios singulares como este y al aire libre. Juan Collazo apunta la posibilidad de realizar uno en la zona del monasterio de Carboeiro, si al Concello de Silleda le parece bien.
El festival cuenta ya de momento con dos propuestas gallegas, una con base en Holanda y el performista Legido, entre otros. Tanto para el campamento como para el festival se van a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad e higiene. Esperan contar con colaboración económica del Concello de Cruces y aún están pendientes de la ayuda del año pasado de la Xunta.
La marcha de Odaiko supone para Agolada dejar de tener los tres campamentos: el de las bandas, el de música barroca y el de percusión, así como el campo de trabajo y el festival tras una cordial relación de casi una década con el Concello que se rompió el pasado verano con el actual gobierno. Juan Collazo subraya que no se trata para nada de un problema de colores políticos «senón de persoas».