La empresa se encuentra en preconcurso de acreedores y busca un comprador
05 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La fábrica de pan tostado Docampo en Forcarei ha echado el cierre. El pasado 1 de diciembre entró en preconcurso de acreedores y desde el 31 de ese mismo mes la producción quedó paralizada por completo.
Según informa el abogado de la empresa, Javier González, de la firma viguesa de asesores legales y económicos Lener, la fuerte inversión inicial y la carga financiera fueron dos de las principales cuestiones que llevaron a la empresa a la quiebra justo cuando el negocio avanzaba hacia su mejor momento. En el desenlace también tuvieron mucho que ver «el covid y la guerra de Ucrania, con el consiguiente incremento en el precio de las materias primas, que no se pudieron repercutir al cliente», según explica el abogado y portavoz de la firma Docampo. Javier González recuerda que la sociedad había invertido en la planta de fabricación de pan tostado de Forcarei doce millones de euros, empezando el negocio desde cero, apostando por la última tecnología y contando con la ventaja de tener pocos competidores en el mercado. La empresa consiguió llegar a su clientela potencial, pero en ese proceso, que exige tiempo y dinero, la carga financiera se hizo demasiado pesada y la falta de liquidez obligó a la empresa a recurrir a un preconcurso de acreedores esperando poder reconducir la situación. «Se hizo todo lo posible por alcanzar la viabilidad, pero la firma arrastraba demasiada inversión y una pesada carga financiera», subraya Javier González.
Las tres opciones que había sobre la mesa al plantear el preconcurso eran, en primer lugar, intentar la reestructuración de la empresa; en segundo lugar, incorporar un inversor y, en tercer y último lugar, buscar un comprador para la empresa. Las dos primeras opciones han fracasado, por lo que la empresa ha iniciado las negociaciones de un expediente de regulación de empleo (ERE) para prescindir de 55 trabajadores (la práctica totalidad de la plantilla). Según explica Javier González, las negociaciones con los trabajadores están muy avanzadas, por lo que se espera poder cerrarlas en pocos días. «Paralelamente se están negociando otras cuestiones», dice el abogado aclarando que la empresa dispone de un plazo de un mes para solicitar el concurso voluntario de acreedores.
La regulación de empleo dejará en la calle a una plantilla de 55 trabajadores
El cierre de la planta pilló por sorpresa al grueso de los trabajadores. Según explica una portavoz, a pesar de que la firma entró en preconcurso de acreedores el 1 de diciembre, durante ese mes toda la plantilla trabajó con normalidad a tres turnos sin sospechar nada.
De acuerdo con la versión de los empleados, la primera semana de enero la empresa les dio vacaciones a todos. La maniobra puso a pensar a más de uno, porque en sus diez años de actividad, la fábrica nunca había parado su actividad por vacaciones. «Non sabiamos se sería algo bo ou algo malo», dicen los afectados.
La reincorporación estaba prevista para el lunes 8 de enero, pero el día 5 la empresa avisó a los trabajadores de que la actividad se posponía hasta el 11 de enero debido a un presunto problema de suministro de materias primas.
En ese momento, los empleados empezaron a temerse lo peor. Sus temores acabaron cumpliéndose y poco después recibieron un correo electrónico en el que les comunicaron que no se reincorporasen, quedando en situación de permiso retribuido.
El mes de enero lo cobraron sin acudir a trabajar, pero en una reunión posterior, ya en el mes de febrero, se les comunicó que no habría más retribuciones por parte de la empresa.
Los trabajadores tuvieron que organizarse para reaccionar ante esta situación, ya que en la empresa nunca se habían celebrado elecciones sindicales y no tenían representantes para negociar con la patronal las condiciones del ERE. A partir de ahí vino una vorágine de abogados y reuniones para intentar negociar la mejor salida. Este jueves 7 de marzo concluyen los 30 días de negociaciones del ERE, con lo que presumiblemente los empleados quedarán finalmente desvinculados de la empresa.
Tecnología punta para poner en el mercado producto de calidad a un precio competitivo
Pan Tostado Docampo había abierto su planta de producción en el polígono de Vilapouca (Forcarei) en el año 2014. Su apuesta por la tecnología punta era su gran baza, ya que le permitía poner en el mercado un producto de calidad a un precio muy competitivo. El elevado ritmo de producción y la automatización garantizaban uniformidad en las tostadas, calidad de acabado y un porcentaje mínimo de roturas. La empresa logró dos certificaciones oficiales de calidad.
En el año 2021 la fábrica había conseguido triplicar sus ventas. Producía dos millones de rebanadas al día y colocaba su producto en las principales cadenas de supermercados, con su propia marca o como marca blanca. Entonces había perspectivas de alcanzar pronto el 100% de la capacidad de producción y se hablaba incluso de abrir en el futuro una segunda fábrica en Vilapouca.