Bombero siempre, hasta el día libre

P. V. LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Algún bombero dejó la bicicleta o el viaje para acudir a apagar el incendio en Laro.
Algún bombero dejó la bicicleta o el viaje para acudir a apagar el incendio en Laro. miguel souto< / span>

Hace tiempo que piden más medios para no recurrir a gestos humanitarios

09 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer volvieron al lugar del siniestro los bomberos. Comprobaron en Laro que todo estaba correcto en el drama material y hasta estimaron que seguramente las vigas del establo quemado quedaron más afectadas de lo que se pensaba inicialmente. El día anterior, el viernes, la cosa había sido compleja, se vieron contra las cuerdas, se sintieron poca cosa para tanta llamarada.

La llamada en la tarde del vienes al Parque Intercomarcal de Deza Tabeirós, en Silleda, movilizó a los tres bomberos de turno. De siempre se queja este colectivo de que esa cifra es insuficiente. Lo comprobaron en la granja en llamas. Había riesgo para la casa-vivienda lindante al establo, para una empresa también próxima, además de los animales, materiales... Sabían que no podían solos y llamaron a colegas en día libre o vacaciones.

En bici, en viaje de vuelta

Finalmente fueron nueve efectivos. Unos regresaban de un viaje, otros entrenaban en bicicleta... pero fueron sumándose a un trabajo que se prolongo hasta la medianoche y en el que los grandes daños materiales no ocultan la eficiencia de conseguir que el fuego no superase el escenario del establo.

Cierto que no estuvieron solos. Al lugar llegaron efectivos de muchos cuerpos de seguridad y el CES de Lalín. Los propios bomberos reconocen la enorme colaboración y también la de los vecinos próximos y más alejados.

Sin autobombo ni morbo, con lenguaje escueto y realista lo contaban ayer los bomberos del parque. Lo más opinable de su análisis fue la frase más real de su situación, cuando se refieren a su parque indicando que «ayer fue uno de esos días en que un servicio de bomberos humilde, demuestra ser grande en humanidad».

Un bombero lo es siempre ( o debe serlo), como un médico... no tiene barreras de salario u horario cuando lo desborda la humanidad, cuando sabe que es imprescindible incluso en la ocasión en que teóricamente no le tocaba arrimarse al fuego. Eso lo demostraron los Bombeiros de Deza y Tabeirós.

Cierto que estructuralmente, laboralmente, económicamente y hasta disciplinariamente la humanidad no cuadra con las normativas. Un colega bombero de otro parque aplaudía la acción pero también al censuraba. Alertaba de que un accidente pude generar problemas al trabajador, y de que acudiendo el personal en jornada libre no se soluciona la falta habitual de efectivos. Porque la administración siempre se muestra rácana y ciega, y reacciona tarde. Porque la escasez de efectivos está demostrada hace tiempo en este parque aunque se suple con profesionalidad y «humanidad».

Administración, falta de medios

Por eso el incendio del establo de Laro debe hacer reflexionar no a los bomberos que siempre serán bomberos, incluso en sus días libres. Si a la Administración que para que no sea preciso recurrir a la humanidad y bonhomía del los agentes. Debería mediar mejor la necesidad y dotar más un humilde parque como el de Silleda. Además , seguro que incluso siendo mas, algún día malo de alguien seguirá siendo necesaria la actuación de un bombero en día libre, y seguro que estará allí como estuvo en Laro.

Incendio en laro El turno del parque era de tres y se sumaron otros de vacaciones