
Lalín aspira a tener algún día una obra del escultor cambadés en un espacio público
21 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Contaba ayer en Lalín Francisco Leiro que, aunque antes le gustaban más otras partes del cerdo, ahora con los años «ao madurar» su preferida es «a cacheira en todas súas partes». El artista cambadés es, como recordaba el alcalde lalinense, José Crespo, comendador do Cocido desde el 2009. Precisamente una cacheira es la protagonista del cartel de la LII Feira do Cocido que presentaron en el consistorio su autor, el regidor, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y la concejala de Cultura, Begoña Blanco, en un acto en el que también estuvo Nico Alvarellos, encargado de imprimir los carteles, que tendrán dos formatos. Uno más pequeño que se distribuirá por toda Galicia y otro de 50 x 70 para uso más doméstico en actividades del Concello.
Francisco Leiro apuntó que «e son escultor e de vez en cando fago algún debuxo», como las ilustraciones para un Códice Calixtino en gallego, como le recordó ayer el alcalde. Respecto al cartel, señaló que «estes traballos parecen moi sinxelos, pero é algo que vai a ver moita xente, e cando aceptas teñes que facelo ben». En este caso, Crespo apuntó que el artista le confesó que estuvo dándole vueltas tres días y Leiro añadió que «fixen seis ou sete diferentes e o da cacheira foi un antoxo». Una cacheira que, por cuestiones de clima, en Cambados se come solo salada y en Lalín se somete a un ligero ahumado.
Román Rodríguez echó mano de una frase que, explicó, Crespo decía hace años y que «o Cocido era a Lalín o que o Xacobeo era a Galicia», sin pensar que llegaría el momento que le tocaría organizar uno. «Son proxectos -dijo- que teñen unha escala e unha dimensión global e involucran a un Concello e a toda Galicia». Plataformas de promoción integral, añadió, que «tocan a arte, a cultura, a economía e o orgullo». Tanto Crespo como Rodríguez destacaron los múltiples méritos de Leiro como artista nacional e internacional y que pasa a formar parte de la nómina de grandes cartelistas que integran, apuntaron, ya una pequeña pinacoteca con nombres como Laxeiro, Sucasas, Lamazares, Quintana Martelo, Barreiro, Vidal Souto o Antón Pulido, entre otros. «O mellor escultor vivo de Galicia e de España» y «xa un lalinense de adopción» en palabras de Crespo y un «home bo e xeneroso que incrementa o patrimonio dos lalinenses» con este regalo, haciendo sin cobrar, como marca la tradición, este cartel. Una senda por la que quiere seguir el Concello «para non perder ese bagaxe», señalando que «é bonito que o fagan os nenos e se non houbera bagaxe o daba por ben empregado».
Crespo apuntó que aunque los tiempos que corren no son buenos económicamente le gustaría poder encargar algún día al escultor una obra y que «Leiro deixara a súa pegada nalgún espazo público». Dijo que Leiro le contaba que cogía a veces el Gómez Castro en Cambados y venía a Lalín para pasar algunas horas delante de la estatua de Loriga primero y de la de Ramón Aller después, ambas obras de Asorey.
Crespo se mostró orgulloso de que Leiro aceptase realizar el cartel del 2020 para una feria que presume «da mellor cartelería». Contó que un año que el premio Álvaro Cunqueiro quedó desierto destinó el dinero del premio que el Concello no gastó en un encargo a Leiro y que «aínda que os cartos non daban para nada», el escultor hizo una obra que se llevó el ganador el año siguiente, Ramón Baltar, y que se arrepintió siempre de haber dado la obra como premio y que no quedase para Lalín.