
Ji Ye Wei ha extremado las medidas de seguridad de su local de Lalín y prioriza a sus clientes fieles en la imprescindible reserva para acceder
09 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Han pasado 15 años desde que Ji Ye Wei llegó a Lalín y casi una década desde que abrió las puertas de su restaurante en la calle B, el City Chino. Como tal, no es de extrañar que tras tanto tiempo haya logrado contar con numerosos clientes habituales, quienes buscan disfrutar de su deliciosa comida china a menudo. Parece que esos años de fidelidad han valido la pena, pues aquellos que cuentan con la simpatía de Wei están de suerte; tienen preferencia para entrar al comedor del local.
Desde el pasado 8 de mayo, debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia del covid-19, Wei reabrió el establecimiento solo para entrega de pedidos, de miércoles a lunes en horario de 12.00 a 15.30 horas y de 20.00 a 23.30 horas; la recogida de estos se realiza en la puerta del sitio, para evitar aglomeraciones. A partir del 27 de mayo optó por reabrir el comedor, solo lo viernes por la noche y los sábados y domingos durante todo el día. Con todo, para poder comer allí es necesario disponer de una reserva previa, ya sea pedida telefónica o presencialmente.
Lo llamativo viene del hecho de que, para poder respetar de forma estricta las distancias de seguridad, Wei redujo el aforo de su comedor a solo cuatro mesas, la mitad de las que había antes. Con tan pocas mesas, dice que lo normal es que estas se llenen con los comensales más fieles: «Si tienes cita, puedes entrar, pero quienes suelen llamar son los de siempre. Además, si te conozco, puedo reservarte la mesa. Si no viniste en diez años, ya es otro tema. Hay que cuidar a los clientes habituales, porque si no los cuidas ahora, ¿cuándo?».
Y es que es innegable que Wei es absolutamente meticuloso con sus medidas de seguridad. No solo bloquea la puerta del local con una mesa para que nadie entre sin su consentimiento, sino que también ha intensificado la limpieza y desinfección. «Ningún restaurante tiene tantas medidas como el mío. Quiero que mis clientes sepan que aquí pueden estar seguros y sin miedo. Que sepan que todos los que vienen son de aquí», explica.
El cocinero cuenta que sus habituales no son solo de Lalín, sino también de Rodeiro, Silleda, Cruces o Melide. Al preguntarle si ha tenido problemas con la gente de fuera, comenta que por lo general son personas que quieren entrar sin cita, por lo que no les deja acceder: «Ahora viene mucha gente de fuera y hay que cuidarse un poquito».
Respecto a la situación del negocio, Wei afirma que las ventas han bajado mucho y que tiene pocos pedidos por la semana. De momento, no ve el futuro con optimismo, pues cree que «todo va a ir a peor». Por otro lado, le llama la atención la forma en la que se está afrontando la pandemia en España: «En China todos tienen cuidado, pero la gente aquí parece que no tiene miedo».
«Son todos amigos míos», dijo al negar el paso a foráneos con el local lleno
Hay una anécdota del City Chino que se ha hecho popular en Lalín. En una ocasión, con las cuatro mesas del comedor llenas de clientes habituales, unas personas de fuera de la zona quisieron acceder al local sin cita previa. Wei les dijo que no podían entrar y cuando estos le recriminaron que había gente dentro y que también tenía que dejarles pasar a ellos, él les respondió: «Esos son todos amigos míos».