El BNG denuncia los problemas de 4.000 usuarios, el 80 % de ellos mayores que se ven obligados a recurrir a una App
28 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el pasado 1 de octubre, la oficina que Repsol tenía en un bajo de la Praza da Igrexa de Lalín, cerró sus puertas. El BNG anunció ayer que aprovechará el pleno de hoy para pedir en ruegos y preguntas que se realice una resolución que «aspiramos a que sea unánime para dirixirnos á sede de Relsol e que obrigue a que se reabra de xeito inmediato a oficina». El portavoz nacionalista, Francisco Vilariño, señala que el cierre deja a los usuarios del servicio dos opciones a la hora de pedir y pagar: o hacerlo a través de una App o «ter que agardar a que chegue o repartidor e pagarlle en mán». Dos opciones que no le parecen operativas teniendo en cuenta, apunta, que «máis do 80 % dos usuarios é xente maior» que no se manejaría con el uso de una App o no dispone de un teléfono inteligente para poder hacerlo. Además, indica, obligaría tanto a los mayores como a la gente que trabaja a tener que estar en casa para recibir y pagar las bombonas, algo que considera inasumible.
Cifra en más de 4.000 los usuarios que Repsol tiene «só en Lalín». Un número que se vio incrementado por el alza de los combustibles que hacen que muchos vecinos vuelvan a la estufa de butano como una manera de calentarse y controlar el gasto.
Repsol, dice, copa «o 85 %» de los usuarios en la zona. La oficina, apunta, la gestiona una distribuidora y en estos momentos el teléfono de Lalín lleva, dice, dos días sin funcionar y el servicio se deriva a una oficina de A Estrada. Vilariño se queja de la suspensión de este servicio «tan necesario» considerando que para Repsol «que tivo unhos beneficios de 3.222 millons de euros de xaneiro a septembro, un 66.2 % más que no mesmo período do ano pasado» sería totalmente asumible mantener la oficina de Lalín.
Gestiones del gobierno local
La concejala de Comercio lalinense, Karen Fernández, anunció ayer que había mantenido conversaciones con la empresa Repsol para solicitarle la reapertura de la oficina comercial y de atención presencial en Lalín «porque prestaba un servizo esencial aos veciños que non debe suprimirse». Coincidió con el BNG en que en muchos hogares, especialmente ahora con la llegada del invierno, en muchos hogares aún se utilizan bombonas de gas y «hai moita xente que non ten outra forma de ir mercar unha bombona, pagala e recollela ao momento».
Fernández Lamela espera que «a empresa reconsidere a súa decisión» argumentando que «son moitos os afectados».