Casi un centenar de empleados del Sergas en Deza piden desde hace meses que se cambien los horarios del trayecto para evitar coger el coche tras los turnos de noche
30 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Después de trabajar durante la noche sales del Hospital de Santiago y coges el coche para volver a tu casa, en Lalín. Si decides ir por la autopista son 40 minutos, pero si decides ahorrar y pasar por la N-525 se convierte en una hora de viaje. Al principio estás activo, aunque con el paso de los kilómetros empiezan los bostezos, los párpados se te caen y mantenerte despierto supone un esfuerzo titánico, aumentando dramáticamente el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Este es el día a día de decenas de trabajadores del Sergas en la comarca dezana, que desde el mes de julio solicitan a los concellos, Xunta y Monbus que se reestructure la línea de bus entre Lalín y Santiago para que se amolde a sus horarios y permitir que no se vean obligados a coger el coche después de trabajar toda la noche, con los riesgos que conlleva.
El lalinense José Carlos Calvo es el impulsor de esta iniciativa. A él se han unido casi un centenar de trabajadores del Sergas en la zona, iniciando en julio los trámites para solicitar en cada uno de los seis concellos dezanos esta modificación. Solicitan que las salidas desde Lalín se produzcan a las 06.35, 13.35 y 20.35; mientras que desde el Hospital Clínico o Conxo sean a las 08.15, 15.15 y 22.15 horas.
Reitera que no se trata de imponer una línea exclusiva para los empleados, si no cambiar ligeramente los horarios para que puedan beneficiarse del servicio de autobús. José Carlos explica que por el tipo de trabajo que ejercen los relevos tienen que ser puntuales para poder uniformarse y conocer los datos de los pacientes. Es por ello que no pueden adaptarse a los horarios actuales.
«Esto sería bueno para los trabajadores y para los propios pacientes. Si saliéramos a las 07.00 en vez de a las 6.45 ya nos valdría. Se trata de amoldar la línea a nuestras necesidades», explica.
Lalín, Silleda y Dozón
Aunque por el momento sus peticiones no han surtido efecto, el colectivo de trabajadores ha logrado reunirse y obtener el apoyo —al menos de palabra— de tres alcaldes de la zona. En verano José Carlos se reunió con los alcaldes de Lalín, José Crespo, y de Dozón, Adolfo Campos. Ambos apoyaron la propuesta y se comprometieron para ayudar a llevarla a término.
El último concello en secundar la incitativa fue el de Silleda. José Carlos comenta que se pusieron en contacto con ellos con la promesa de hacer las gestiones oportunas en esta materia. No obstante, lamenta que por el momento no se hayan dado más pasos para ponerla en marcha.
A esta causa se han unido prácticamente un centenar de empleados del Sergas que viven en la comarca, lo que se traduce en un importante respaldo que esperan sea clave para que la iniciativa llegue a buen puerto como en otros municipios.
Los casos de Vigo y Ribeira
José Carlos explica que los concellos de Vigo, Cangas y Moaña pusieron en marcha un servicio similar para que los profesionales acudan en una línea regular de autobús a los hospitales de Meixoeiro y el Álvaro Cunqueiro. Apunta también que en Ribeira el Concello ha avanzado mucho en este ámbito, reuniéndose con Monbus, la Consellería de Transporte y el Sergas.
«Espertei cando xa estaba invadindo o carril contrario»
Un ejemplo que permite ilustrar a la perfección el porqué es necesario implementar la reestructuración es el de Olalla Souto. Esta enfermera lalinense sufrió un grave accidente de tráfico cuando volvía a casa el pasado 12 de agosto después de trabajar en un turno de noche. El suceso tuvo lugar en el kilómetro 305 de la N-525, a su paso por la parroquia silledense de Margaride. Su coche quedó hecho un amasijo de hierros y afortunadamente “solo” sufrió una fractura en la muñeca izquierda.
Para más inri, el accidente pudo ser fatal no solo para ella, si no también para los 17 pasajeros que viajaban en el autobús contra el que colisionó después de quedarse dormida durante unos instantes.
«Nese momento estaba no Clínico de Santiago e viña de facer unha quenda de 22.00 a 08.00 horas, pero saíra máis tarde», explica Olalla, que aún sufre las secuelas del choque, acudiendo regularmente a rehabilitación. «Ao principio estaba ben, pero co paso do tempo empecei a cansar e quedei durmida. Xusto espertei antes do golpe, cando estaba invadindo o carril contrario», relata.
El impacto fue tal que la parte delantera de su vehículo quedó completamente destrozada. Los Bomberos de Silleda tuvieron que excarcelarla ya que al romperse la muñeca no podía salir por su propio pie del automóvil. «Non foi nada pero puido ser peor. Tiven moita sorte, non se crían que estivera viva despois de ver como quedou o coche», recuerda.
«Cónstame que non fun a única»
Esta no fue la primera vez que el cansancio y el sueño hacían mella en Olalla mientras conducía, aunque nunca llegando al punto de tener un percance. «Iso tenme pasado máis veces, notarme cansa e incluso parar un momento para descansar porque vía que quedaba durmida», señala. Asimismo, tampoco es la única trabajadora dezana que sufre las consecuencias de coger el coche sin dormir para volver a casa. Recientemente, José Carlos comentó que otro empleado sufrió un pequeño accidente de tráfico en Santiago después de salir del turno.
«Cónstame que non son a única que lle pasou», afirma Olalla, insistiendo en que esto no hubiese ocurrido si tuviera la opción de ir y venir en autobús. También recuerda que no se trata de imponer una línea exclusiva para los del Sergas, si no poner unos horarios que les permitan dejar el coche en casa y regresar con seguridad a su domicilio.