Tributo a Paco Pestana en Lalín en una heterodoxa edición de Emporcarte

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Adrián Freiría

Medio centenar de artistas exponen con el totémico cerdo como referente

19 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Paradojas del destino, en el museo municipal Ramón María Aller conviven desde ayer los lienzos de Manuel Quintana Martelo con materiales de desecho de obra o bolsas de basura con las múltiples recreaciones de ese ser del que, dicen, no se desaprovecha nada. No deshacemos de escombros pero pocos residuos genera el cerdo, apenas los huesos tras degustar por ejemplo un cocido. En Lalín interaccionó ayer su plato estrella con el arte y el entroido, en una amalgama vivificante bajo un sol templado que alegraba el cuerpo.

La undécima edición de Emporcarte se convertía en un tributo a ese artista de raza, inclasificable y genial, que era Paco Pestana. Mantenía lazos estrechos con Lalín y sus gentes, sin perderse ese Cocido das Artes que vivía, la primer sin él, la vigésimo tercera edición. Su cartel para la Feira do Cocido del 2021 luce salvaje entre más de cuarenta obras con el totémico cerdo como referente, de estilos dispares y variopintos, con alguna llamativa obra como Voráxine Vertical, de Camilo Sieira, una talla en madera desasosegante y sensual a partes iguales.

El recuerdo a artistas ya fallecidos que dejaron su impronta en el Cocido das Artes o en las salas del museo abrió el acto inaugural, con el foco en Paco Pestana. Su amiga, creadora y crítica de arte, Tereixa Taboada, colaboradora de La Voz, dedicó unas emotivas palabras a ese hombre renacentista que se reproduce a modo de artículo. También leía uno de los poemas del lucense, Un sapo en la sopa, que permite acercarse a su mundo transgresor e iconoclasta.

El alcalde lalinense destacaba la vinculación entre cocido y artes plásticas, para ensalzar la figura de Paco Pestana. «Sempre era agradable estar con el e inviteille a facer o cartel da Feira do Cocido ao saír da pandemia, porque quería algo irreverente do porco», comentaba José Crespo. Y agradeció la presencia del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, comentando entre risas que deberían nombrarle hijo adoptivo de Lalín. Un guante que aceptó y afirmó que sería un orgullo al contar con grandes amigos en el mundo de la plástica de estas tierras, a los que «eu coidei e orientei na súa saúde, como un bastonciño para eles». Entre ellos citó a Alfonso Sucasas, Laxeiro o Antón Lamazares, además del homenajeado Paco Pestana, que mucho caso no solía hacer en esa materia de cuidarse. Destacó el buen trato recibido dado por los artistas al Parlamento gallego, con donaciones como la del dezano Fondevila, o rebajando de forma sustancial el precio de sus obras para una colección de primer nivel en una institución pública.

El conselleiro de Cultura añadió el calificativo de elegante a los expuestos por Taboada sobre Pestana, para defender que Emporcarte es una de las exposiciones más alegres y simbólicas que se organizan en Galicia. Román Rodríguez incidió en esa mezcla de artistas consagrados y noveles, en singular interacción. Rebatió a quienes cuestionan que el cerdo sea un animal estético como se demuestra en Lalín.