«A veces pensaba que era un señor de 70 años en un cuerpo de 26»

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

Luis Manuel González Coego, un joven empresario de Lalín de 27 años, narra en un libro los siete meses de tratamiento para luchar contra un linfoma de Hodgkin

29 dic 2023 . Actualizado a las 12:47 h.

«Me llamo Manuel y tengo 26 años, aunque mis amigos me llaman Coego de toda la vida... Hoy estamos a 10 de octubre de 2022 y hace 8 días me diagnosticaron cáncer. Exactamente un linfoma de Hodgkin». Así comienza Ha nacido un ángel, el emocionante testimonio en primera persona de Luis Manuel González Coego, un joven empresario de Lalín que ahora ya tiene 27 años, quien decidió escribir la travesía repleta de altibajos que supone recibir el diagnóstico de la enfermedad y el tratamiento para combatirla. Afortunadamente y tras siete meses de lucha el pasado junio le confirmaron que está limpio. Todo ese proceso acaba de ver la luz en forma de libro, con palabras «escritas con la sangre de mi corazón y mi alma como pincel», como él mismo refleja en la contraportada.

Un testimonio vital sin medias tintas, sin nada que ocultar, con fotografías que generan desasosiego por momentos pero que resultaron catárticas para sobrellevar esa lucha. Con voz y gesto pausado de hombre experimentado a pesar de su juventud, Luis Manuel cuenta que los primeros bultos en el cuello los detectó en julio del 2022. Tras acudir al centro de salud de Lalín, tras las primeras pruebas y terminar siendo derivado más tarde al hospital en Santiago, el diagnóstico llegaba en octubre: Linfoma de Hodgkin.

«Fueron dos meses de pruebas pero yo ya estaba preparándome porque me esperaba lo peor e incluso a Santiago iba solo a las pruebas para no preocupar a mi madre antes de tiempo», explica. Y llegó el Día D, una fecha fatídica marcada fuego en la memoria aunque entonces «la mente se me quedó en blanco, es un golpe pero casi no reaccionas aunque después te das cuenta de la magnitud de lo que te ocurre». Comenzaba entonces una carrera de obstáculos, con siete meses de quimioterapia, que se hacían cada vez más altos. «Fue muy duro, se te iba cayendo el pelo y tenías que raparte; sentías náuseas con el tratamient y solo podía comer caldos o vegetales porque la proteína animal ayuda a la reproducción de las células cancerígenas», cuenta Luis Manuel con envidiable aplomo.

Aislamiento personal

Un tiempo donde además, por decisión propia, optó por aislarse de su familia y amigos. «Quería resolver yo solo esa batalla mental dentro de mi cabeza, asumirlo y prepararme para lo peor, aunque nunca llegas a ser consciente de todo», significa. «A veces contestaba a algún mensaje de mis amigos, muchas otras veces no, no querían que me viesen en ese mal estado físico, triste y que les afectase, reforzando así mi propio problema reflejado en los ojos de los demás». Al segundo día desde el diagnóstico ya tuvo claro que quería contar su historia y al quinto comenzó a hacerlo, no cada jornada. Las distintas pruebas, tratamientos,... reflejado de forma autobiográfica, a pecho descubierto, para contar al lector cómo se iba sintiendo. Le ayudó ese proceso a nivel psicológico y ahora quiere que la lectura pueda hacerlo con quienes se acerquen a las páginas del libro.

Duda en este momento si cuando se negó a recibir apoyo psicológico tras recibir la noticia tomó la decisión correcta, pero quiso salir solo para sentirse más fuerte. En mayo acabó el tratamiento y en junio las pruebas confirmaban que estaba limpio de células cancerígenas. De momento tiene revisiones médicas cada tres meses para ver su evolución, en espera de la fortuna ahora le sonría tras robarle muchos meses de su vida. Porque con su 1,80 metros de altura y 76 kilos de peso, perdió una decena en ese proceso, además de fuerza. Ahora ya está casi recuperado, con ánimo y haciendo de nuevo ejercicio.

Como cuenta Luis Manuel, que vive con su madre y tiene una hermana, la familia resultó muy importante aunque en aquellos momentos la dejase un poco de lado. «Lo peor que me ha pasado en mi vida es lo mejor que me ha pasado», sentencia porque, como también remarca, «a veces me parecía que era un señor de 70 años en un cuerpo de 26». Y hubo que llorar, sacar lo que tenía dentro, en especial cuando declinó hablar con su entorno más cercano. Ahora confía en que sus reflexiones sirvan de apoyo a otras personas.

La venta del libro irá para la AECC y sueña con retomar su pasión viajera

Luis Manuel tiene a la venta su libro a través de Amazon, así como en la librería Raíces y la cafetería Alfonselle en Lalín. Con un precio de 15 euros, los beneficios irán a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y a la investigación de esta dolencia y de enfermedades raras. Espera que sus páginas ayuden a la causa, «a quienes siguieron un tratamiento o están sufriendo cáncer, que se puede salir adelante». Una autoexploración, una constante reflexión de quien afronta el 2024 «con ganas de vivir todo lo que pude» y viajar. Quizás Nueva York como primer destino.

Confía en retomar en el 2024 la firma de moda Kalma junto a Eduardo

El horizonte comienza a clarear, a salir el sol para este joven lalinense. Su carrera profesional estuvo siempre vinculada a negocios on line, para destacar la puesta en marcha en plena pandemia, en octubre del 2020, la firma de moda Kalma junto a Eduardo Diéguez, también de Lalín aunque afincado por entonces en Madrid. Su propuesta cautivó al público, ademas de la buena acogida de sus mascarillas, portando sus camisetas y sudaderas personajes tan populares como David Broncano o el rapero A.I.S.S.A. Su enfermedad les llevó a dejar la firma en stand by a finales del 2022, pero la experiencia les había resultado muy positiva y confían en retomarla con una nueva colección de primavera-verano el próximo año. Serán de nuevo camisetas, sudaderas y complementos monocromáticos de tonos neutros, moda urbana y sostenible.