La Maragota cambia de acera

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Rocío Ramos

La tienda, por la que pasaron generaciones de lalinenses, se trasladó temporalmente al local de la misma calle que ocupaba Calzados Atly mientras se reforma su edificio

22 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el número 4 de la calle Colón de Lalín, la escultura del cerdo junto con la tienda de la Maragota son dos de los principales emblemas de este céntrico espacio urbano. Los balcones del edificio del establecimiento, que lleva surtiendo de chuches, frutas y verduras, entre otros productos, a generaciones de vecinos y visitantes prácticamente sin un día de descanso, fueron escenario de diversas muestras y actuaciones culturales y musicales, alguna muy reciente. El inmueble afronta ahora una reforma integral diseñado por el estudio lalinense Promove Arquitectura y que será ejecutado por Ferradás.

Los trabajos, que arrancaban ayer con la entrada de fontaneros y electricistas al más que centenario inmueble, exigieron a los propietarios un cambio de ubicación temporal. Vecinos y familiares arrimaron el hombro estos días para ayudar a María Jesús Soto y a su familia a vaciar el edificio y a trasladar todos los productos de la tienda, a la otra acera, en la esquina de la calle con Ramón Aller, ocupando el bajo de otra veterana que hace poco que bajaba la persiana.

Las zapatillas y zapatos de la zapatería Atly, que aún conserva cartel, dieron paso a las estanterías de chucherías, de frutas y verduras y de toda una serie de productos de alimentación que se siguen ofreciendo en la Maragota. Entre los clientes habituales hay quien opinaba que la pequeña tienda se acaba de convertir en supermercado con la ampliación, más que evidente, de metros. María Jesús explicaba estos días que «teño a mesma mercancía» y que lo único nuevo era algún expositor más de chuches y aperitivos. El resto, explicaba a los incrédulos, «estaba xa na tenda» La clave estribaba, afirma, «en colocalo todo moi ben» y de esta forma optimizar el espacio.

La suma de muchos más metros les permite moverse mejor y colocar de forma visible algunos elementos decorativos como un cuadro del pintor colombiano afincado en Lalín, Carlos Santos, en el que se ve el actual edificio, una vieja bicicleta o paneles de lata publicitarios vintage de los productos Facundo.

María Jesús espera pasar el menor tiempo posible en esta ubicación provisional y poder estrenar cuando antes su nueva tienda en el mismo bajo que hasta ahora ocupaba en el número 4 de la calle, pero remodelado y con mayor número de metros, en concreto unos 70, los que abarca la totalidad de la planta baja del inmueble. El proyecto de reforma busca confort, eficiencia energética, y espera que dure unos ocho meses.

El diseño cambiará la estética actual y las pautas, dictadas por Patrimonio, para combinar con el vecino edificio de Don Álvaro, que también está siendo restaurado, exige líneas limpias y sencillez. Se mantendrán las fachadas de piedra del bajo y la primera planta y el blanco será el color de las paredes de los dos pisos altos. Se mantienen los balcones de la esquina, que pasaran de redondeados a dibujar un triángulo, y los del lateral situado frente a la de Álvaro con barandillas estilizadas. María Jesús y su marido regentan la tienda hace 37 años en este edificio de la familia. Antes fue el hotel Elvira y albergó un afamado mesón.