El INE censa menos habitantes en Lalín, Silleda, Cruces, Forcarei, Rodeiro y Dozón; y más solo en A Estrada, Agolada y Cerdedo
14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La sangría demográfica sigue imparable en Deza y Tabeirós-Terra de Montes a pesar del saldo positivo que supone la llegada de más inmigrantes que vecinos emigran a otros lugares. Si concellos como Lalín y A Estrada ya habían desvelado estos días sus cifras de población a 1 de enero del 2024, ayer se conocían las de la totalidad de municipios españoles y por tanto también de las comarcas. El Instituto Nacional de Estadística (INE) hacía público un informe que permite constatar que a esa fecha había censadas en la zona 68.662 personas, frente a las 68.725 del 2023, es decir, se producía una reducción de 63 residentes.
En dos de cada tres municipios hay menos personas censadas en la comparativa interanual. Solo suben tres en población, en concreto A Estrada, Agolada y Cerdedo-Cotobade, mientras cae en otros seis: Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Forcarei, Agolada y Dozón. En el caso del incremento poblacional destaca el caso de Agolada, al crecer en 28 vecinos, al pasar de 2.254 en el 2023 a los 2.282 del 2024. Todo ello en un municipio rural, con población envejecida y sin que genere movimiento empresarial.
En A Estrada, como ya había publicado La Voz, se logró revertir la tendencia bajista después de dos décadas. Este año se creció en 58 censados, desde los 20.081 a los 20.139. Por último, también aumentó población Cerdedo-Cotobade con 18 personas más, subiendo de 5.687 a 5.705.
En cifras negativas se sitúan los otros seis municipios, con mayor o menor pérdida pero por debajo este año de las cifras del 2023. En el caso de Lalín se redujo el censo en solo cinco personas, de 20.282 a 20.277 y aún lejos del abismo que supone caer de los 20.000, con la consiguiente pérdida de categoría y pasar a tener numerosos servicios tutelados, así como menos ingresos del Estado, entre otras situaciones negativas. En Silleda se bajó en seis, de 8.876 a 8.870, ligera caída pero que rompe la tendencia alcista que se producía estos años en el municipio trasdezano.
En Vila de Cruces se pasa de 5.082 a 5.031, con 51 censados menos, que supone un descenso de más de 1 % en solo un año. Mientras, en Forcarei la reducción de habitantes fue también significativa con 59 menos, de 3.186 se cayó a 3.127. En Rodeiro, por su parte, se bajó de 2.260 a 2.244, es decir, 16 menos. Por último, en Dozón se contabilizaron a 1 de enero de este año 32 censados menos que a esa misma fecha en el 2023, de 1.017 a 985.
El municipio cruceño, con 5.031, se acerca al abismo de perder la categoría
El análisis de las cifras ofrece diversas lecturas. La primera, que la pérdida poblacional no consigue revertirse en las comarcas un año más. En segundo lugar, que las dos cabeceras de comarca resisten en ese objetivo de mantenerse por encima de los 20.000 habitantes. Una tercera cuestión relevante y en esa misma línea es que Vila de Cruces se asoma al abismo de bajar de categoría, si cae por debajo de los 5.000, tras quedarse en solo 5.031; les supondría merma significativa de ingresos estatales por ejemplo. Y, por último, que Dozón perdió la psicológica barrera de los 1.000.