Lalín busca un acuerdo a tres bandas sobre el viejo ambulatorio

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

Insistirá en su reversión pero en caso de cesión el Concello quiere controlar su restauración

29 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La corporación de Lalín aprobó ayer de forma unánime presentar recurso de reposición ante la Seguridad Social para la reversión del antiguo centro de salud. Una posibilidad complicada por la actual legislación, pero en la que insistirá el gobierno local mientras trabaja en la opción de lograr la cesión o adscripción del edificio. El regidor, José Crespo, explicó que está abierta negociación a tres bandas. Porque el Concello quiere que la Xunta, en lugar de acometer la rehabilitación de un edificio en precario y con la fachada trasera apuntalada, le ceda los fondos previstos para gestionar desde Lalín esos trabajos.

Esa ejecución «local» de la restauración del inmueble, paso previo a su devolución al Estado ya que su titularidad todavía está en manos de la Xunta, permitiría adecuarlo a la pretensión del gobierno local de crear un centro integral intergeneracional, como remarcó el alcalde, con cabida para centro de día y guardería infantil. Crespo insistió en que resultaba injusta la ley actual que impide la reversión dado el plazo transcurrido desde que el Concello cedió los terrenos para construir el ambulatorio. Y avanzó una pregunta al Ministerio en ese sentido en el Senado e incluso una moción para que se modifique la norma al considerar un agravio comparativo que la propiedad siga en manos del Estado.

Explicó la conversación mantenida con la vicepresidenta Yolanda Díaz en la gala de los Premios Mestre Mateo, que mediará ante la ministra. Incidió en que en el propio Ministerio estarían encantados en que prosperase el recurso de reposición tras denegar la Tesorería General de la Seguridad Social la reversión en primera instancia, incidiendo que el Estado tiene unos 4.000 inmuebles en una situación al viejo centro médico lalinense, con riesgo de ocupación o deterioro.

Centro de día y escuela infantil

Desde el BNG ironizaban con que ahora se necesiten plazas de centro de día o de escuela infantil a habilitar en ese edificio, cuando la Xunta negó esa carencia y se preguntaban si ocurrirá como hace diez años cuando se anunció un centro de día que quedó en el olvido. Alba Forno, del PSOE, aludió a incongruencias en el escrito a remitir a la Seguridad Social por la reversión, echando en cara al PP sus menosprecios y críticas cuando ellos presentaron hace dos años iniciar gestiones para la cesión, con el consiguiente tiempo perdido.

Forno incidió en que el Estado no puede revertir el edificio porque la titularidad la tiene aún la Xunta, que no puede devolverlo en estado ruinoso y casi a punto de caer. Abogó por la figura de la adscripción, con el ejemplo reciente en Nigrán. Teresa Varela, de CxL, insistió en las presuntas incongruencias en el escrito y se preguntaba si podría resultar contraproducente «meter o dedo no ollo», algo a lo que Crespo contestaba con un «a según».

El secretario quiso tomar la palabra para explicar que había dos acuerdos plenarios diferentes, en septiembre para pedir la cesión —aún sin contestar— y en octubre para la reversión, al que hubo respuesta negativa que por el acuerdo plenario de ayer se recurrirá. El regidor insistió en que era inmoral tener que pagar por algo cedido en su día, como hizo Vigo con unos terrenos para levantar una biblioteca. Y aprovechó para cargar contra el Gobierno central y su despliegue de actos por el cincuentenario de la muerte de Franco en lugar de modificar la ley de esa época que afecta a este asunto. Forno insistió en que lo importante es agilizar que esté disponible para los vecinos, con la fórmula de adscripción, y Crespo la animó a protestar en Madrid para cambiar la ley, sin olvidar la habitual pulla al PSOE y su política leninista para sostener a Pedro Sánchez en Moncloa. Unas palabras entre murmullos y sonrisas de ediles de todos los grupos políticos.

Duras acusaciones del BNG por la tardanza en citas de psiquiatría, tumbando el PP pedir más medios

En una sesión plenaria sin apenas pugilismo dialéctico la tensión subió ya sin el regidor —se ausentó por una reunión en Santiago a la que ironizó ya en el pasillo con que iría a 149 kilómetros por hora por la autovía para llegar a tiempo— y con Paz Pérez al frente. Solo restaba la moción del BNG para pedir una dotación de dos plazas de psicología y dos de psiquiatría en el CIS. Paco Vilariño defendió la necesidad de más personal ante la tardanza de cuatro o cinco meses por una primera consulta, con personas que después vuelven y se encuentran con otro especialista distinto, con lo que supone de trauma para el afectado tener que contar otra vez su historia.

Ejemplificó Vilariño, mostrando un documento, con los diez meses que una persona que se intentó suicidar y a pesar de sus quejas y las de su médico de cabecera, tardó en ser citada desde la anterior consulta. Se produjo estos días y para abril. Habló de «crueldade», más en un tema delicado de salud mental con esperas insoportables que llevan, a quien tiene recursos, a recurrir a la privada.

Anxo Álvarez (PSOE) compartió esa necesidad de más personal para atender una salud mental con cada vez más casos en Galicia y recordó que ellos planteaban elaborar un plan municipal en ese sentido, con acciones preventivas. Desde CxL, Iria Fernández incidió en pedir personal suficiente en el CIS para atender este tipo de patologías.

Era la concejala de Sanidade, Noelia Seijas, quien defendió el voto contrario del PP argumentando las estadísticas del Sergas, con tiempo medio para consulta de 42 días en lo que va de año y con atención por personal del CHUS. Vilariño elevó el tono de su réplica, tildando de indecente e injustificable la justificación del gobierno local. Habló de mentiras con algo tan delicado, en incluso personalizó con que no le importaban los pacientes, aunque después matizó que sus críticas eran al escrito que leyó y no a la concejala. Insistió en lo grave de asegurar que la finalidad de la moción era que se votase en contra, mientras Paz Pérez aludía a los datos estadísticos.