«El grelo no es solo para los cocidos: hoy se cosecha hasta el mes de junio»

SILLEDA

La firma estradense Wam selecciona semillas para ampliar el calendario
04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En plena temporada de cocidos, casi no hay grelo en la huerta gallega. La campaña será desastrosa para los productores centrados en este grelo de temporada que responde a los tiempos de la agricultura tradicional. Sin embargo, el grelo ha ido ampliando su calendario de producción y de consumo y hoy se puede encontrar en el mercado incluso hasta el mes de junio.
La empresa estradense Semillas Wam es una de las que más está contribuyendo a la desestacionalización del grelo tradicional gallego. La firma se ha especializado en la selección de simientes de esta planta y hoy tiene en el mercado una decena de tipos distintos de grelos, con diferentes períodos de siembra y de cosecha. «Hoy en día, dentro de la denominación de Grelo de Santiago trabajamos con diferentes variedades de semillas seleccionadas según la precocidad del cultivo», explica Waldino Chicharro, que impulsó la firma junto a su mujer, María, y a su hijo, Alejandro. «No hay por qué hacer grelos en un solo período de cultivo. Se puede sembrar en distintas épocas, desde septiembre a febrero, y se pueden tener grelos, de una variedad tardía, hasta junio», comenta.
«En Galicia, hasta hace poco, predominaba el cultivo tradicional del grelo. Se sembraba a finales del verano para recoger la cosecha a partir del otoño, para los cocidos. Sin embargo, a mí siempre me llamó la atención que en Ordes había grelos a vender al lado de la carretera casi todo el año. Ellos lo sembraban todo junto y luego iban recogiendo según venía. Nosotros hemos clasificado las variedades y las hemos separado según sus ciclos», explica. «En Galicia sigue habiendo mucho cultivo tradicional, pero ahora también hay profesionales del grelo que lo tienen casi todo el año», cuenta. Según explica, en la actualidad repuntan las explotaciones de grelo industriales para conservas y, además, la hostelería empieza a demandar grelo más allá de los cocidos. «En Portugal, por ejemplo, el grelo se utiliza como guarnición incluso en verano. En Galicia todavía no está tan extendido, pero también va ganando peso en la cocina», dice Chicharro.
Una plantación en Silleda de 16 hectáreas destinada en exclusiva al envasado
No todo el mundo tiene el privilegio de poder consumir grelos recién cogidos de la huerta, que es como mejor saben y como mejor conservan sus propiedades. A falta de grelo fresco, el producto hace tiempo que puede consumirse en conserva, en latas o en botes de cristal.
En la comarca dezana hay varios productores que trabajan en exclusiva para la industria conservera. Uno de ellos es el silledense Leonardo Valladares Pérez, que hace ya cerca de una década que se ha especializado en este cultivo y que a día de hoy tiene sembradas 16 hectáreas de nabizas en la parroquia de Saídres, en el municipio de Silleda.
En este momento, su cosecha —como casi todas— está muy mermada por la humedad y las elevadas temperaturas de los meses pasados, pero hay fincas en las que ya viene el relevo. Su ventaja frente a otros productores es que, en su caso, tras la cosecha perdida vienen otras nuevas que se esperan mejores. «Nós empezamos a producir a principios de outubro e temos verdura ata finais de maio ou principios de xuño», comenta Leonardo.
El productor trabaja solo con la variedad de Grelo de Santiago, amparado por la Denominación de Origen Grelo Galego. «É un tipo de grelo que resiste moi ben a cocción e por iso se adapta moi ben para a conserva», explica.
Leonardo Valladares vende íntegramente su producción a la conservera A Rosaleira. El año pasado su producción rondó los 80.000 kilos. En las temporadas fuertes tuvo que contratar temporeros, ya que la recogida de la verdura se hace exclusivamente a mano y es muy laboriosa. «Se pillas un ano bo, desto sacas un soldo para vivir, pero no campo nunca se sabe. Este ano preséntase moi malo. Calculamos que imos ter menos da metade da colleita ca o ano pasado», lamenta el silledense.