Las restricciones del Gobierno echan abajo el proyecto de fusión de Endesa e Iberdrola
ECONOMÍA

Las dos compañías consideran «inaceptables» las condiciones y aseguran que volverán a disputarse los clientes desde hoy mismo El gigante eléctrico Endesa-Iberdrola nunca verá la luz. Después de tres meses y medio de trabajos, Rodolfo Martín Villa e Íñigo de Oriol, decidieron ayer arrojar la toalla. Las condiciones que el pasado viernes había impuesto el Gobierno convertían en irrealizable el proyecto. La modificación de los Costes de Transición a la Competencia (CTC) fue la puntilla que echó abajo un proyecto que ya no era ni rentable ni interesante por los severos límites impuestos por Rodrigo Rato. Disuelto el matrimonio, volverán a disputarse los clientes.
05 feb 2001 . Actualizado a las 06:00 h.«Las condiciones del Gobierno a la fusión desvirtuaban el sentido económico y estratégico de la operación». Con esta aseveración Íñigo de Oriol, presidente de Iberdrola, dio por zanjada la fusión con Endesa, proyecto en el que ha trabajado durante los últimos siete meses junto a su colega Rodolfo Martín Villa. Los consejos de administración de ambas compañías decidieron ayer por unanimidad suspender la creación del gigante eléctrico al considerar que las restricciones del Gobierno lo hacían inviable. Endesa e Iberdrola estudiaron durante el fin de semana los límites impuestos en generación, distribución y comercialización pero, especialmente, la reforma en el cobro de los Costes de Transición a la Competencia (CTC), las ayudas concedidas por el Gobierno al sector eléctrico en 1997 para hacerles más fácil el camino hacia la liberalización del mercado. Nueva normativa El Gobierno eliminó el pasado viernes el porcentaje del 4,5% de la tarifa eléctrica que servía para cubrir anualmente los CTC. A partir de ahora, el volumen de éstos se reducirá cuando aumenten los precios de generación. Además, el Ejecutivo decidió que las plusvalías que obtuvieran Endesa e Iberdrola con las desinversiones necesarias para su integración serían descontadas del importe que áun les quedaba por cobrar en concepto de CTC (más de 900.000 millones). Aunque los CTC fueron la puntilla que rompió la operación, Endesa e Iberdrola discreparon también de las cuotas de generación, distribución y comercialización asignadas por el Gobierno. En opinión de Martín Villa, «empresas con operaciones similares en Europa han tenido que desinvertir en términos no comparables a lo propuesto para Endesa e Iberdrola». La cuantiosa venta de activos ponía en «riesgo», según Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, la operación y amenazaba con destruir valor en ambas compañías. Javier Herrero, consejero delegado de Iberdrola, aseguró que la eléctrica bilbaína seguirá creciendo y está abierta a cualquier proyecto, incluida otra fusión. Unión Fenosa, por su parte, anunció que mantiene sus objetivos de crecimiento, al margen de la frustrada fusión de Endesa e Iberdrola, cuyos activos en venta se había mostrado interesada en adquirir para aumentar su mercado y erigirse en segundo operador del sector en España. La empresa que preside José María Amusátegui indicó que no descuidará las líneas de crecimiento orgánico, sino que potenciará la generación y la distribución tanto en España como en el extranjero, sobre todo, en Centroamérica.