Aerolíneas suspende vuelos por no poder pagar el combustible

DAVID BERIAIN A CORUÑA

ECONOMÍA

ENRIQUE MARCARIAN

La crisis cuesta ya 15.000 millones, según la SEPI La difícil situación financiera y laboral que atraviesa Aerolíneas Argentinas empezó ayer a cobrarse sus primeras víctimas. La compañía se vio obligada a suspender el 80% de sus vuelos internacionales, en concreto los que viajan a Estados Unidos, Brasil y Oceanía.

08 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Según Aerolíneas, las proveedoras de combustible del extranjero ya no le dan crédito, por lo que resulta imposible mantener en funcionamiento esos vuelos. Esta situación se suma a la suspensión y los retrasos en otros vuelos nacionales que se venían dando durante la pasada semana. En los próximos días podría haber más suspensiones. La empresa dice que ni la situación financiera, ni los ingresos por los billetes vendidos, son sufiecientes para pagar el combustible. Los pasajeros que ya pagaron por el vuelo, serán endosados a otras compañías. Con esto se afianza el riesgo apuntado en días pasados de que Aerolíneas vea su mercado invadido por otras compañías. En medios argentinos se analizaba la medida de la dirección como una forma más de presión sobre el sindicato rebelde, el de los técnicos. Precisamente ayer, la SEPI cuantificó en 15.000 millones de pesetas el costo que están teniendo para la compañía la actitud del sindicato que lidera Ricardo Cirielli. Pedro Ferreras, titular de la SEPI aseguró ayer que no se pondrá «ni un peso más» en Aerolíneas mientras no se apruebe el Plan Director de viabilidad propuesto por la dirección. El ministro argentino Domingo Cavallo, por su parte, aseguró que el gobierno argentino «no tiene dinero para poner en Aerolíneas» y que la solución al conflicto es responsabilidad de los empresarios. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, lamentó ayer que se esté «politizando un tema que es estrictamente económico-empresarial». En declaraciones a TVE, opinó que la reacción que se está produciendo en Argentina es «injusta» con España y que es un problema que hay que resolver por la «vía empresarial».