El BCE insta a los ciudadanos a usar los «euromonederos» para paliar la escasez de monedas Asistimos impotentes a la rebelión de las máquinas. Las peores predicciones de los futuristas agoreros se están cumpliendo. Justo cuando el Banco Central Europeo (BCE) da instrucciones para potenciar el uso de la moneda única, a los aparatos les da por alistarse en las filas separatistas. Los datos, escalofriantes: Telefónica reconoce que sólo el 21% de sus cabinas «tragan» el euro; las máquinas de tabaco obligan a los fumadores a pedir pesetas para lograr cajetillas y los jugadores ya saben por qué las llaman tragaperras.
08 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Las expendedoras de tabaco han iniciado un boicot contra los fumadores que salen de noche. Durante el día no hay problema: los estancos están abiertos. Pero, pasadas las ocho de la tarde, conseguir un cigarro se pone imposible. La mayoría de las máquinas sólo admiten pesetas, que han empezado a escasear. Los distribuidores dicen que en los aparatos nuevos es fácil cambiar el chip. Bastan cinco minutos para lograr que acepten la nueva moneda. El problema está en que muchas son antiguas. Quienes son aficionados al juego no lo llevan mejor. La mayoría de las tragaperras se mantienen fieles a su nombre y quieren pesetas. En las salas de juego tienen reservas suficientes hasta que se lleve a cabo el cambio de divisa. El jugador preferiría que no fuera nunca: con el euro, el precio de la partida se encarecerá. Pero lo verdaderamente complicado es llamar por teléfono con la nueva divisa. El 79% de las cabinas que Telefónica tiene en la calle no quieren oír hablar del euro. Desde la compañía aseguran que antes de febrero lograrán acabar con el bastión de euroescépticas. Sin embargo, las 31 cabinas de R ya son europeas. Mientras, el BCE achaca la escasez de las monedas de euro a que los ciudadanos no están usando los euromonederos que compraron en diciembre.